Perspectiva

El nuevo cierre de año no arroja indicios originales en cuanto a balances de producción y reservas a nivel país, ya que al concluir 2011 los datos de reducción del petróleo extraído habrán superado incluso la marca promedio de los últimos años, particularmente por la alta incidencia de los paros que afectaron la producción en Santa Cruz y –en menor medida- Chubut a lo largo del año. Los indicios favorables se centran en el hecho de que el tema de la energía se ha instalado con fuerza en la agenda nacional, por un lado a partir de la reducción de los subsidios de tarifas en grandes centros urbanos, pero fundamentalmente porque el déficit energético no admite más dilaciones ni interpretaciones forzadas de la realidad. Las expectativas del gobierno nacional se centran en el desarrollo de los recursos shale gas y shale oil, en la cuenca Neuquina, pero en el mejor de los casos esos proyectos no darán respuestas en el corto plazo. Se requiere modificar el cuadro de precios para compensar los altos costos de extracción, ya que sólo la viabilidad económica define –una vez comprobada la viabilidad geológica y tecnológica- la transformación de recurso en reserva. En Chubut, los desafíos están planteados en torno a las metas que fijará la futura ley marco para las concesiones, de cuya elaboración y metas dependerá la actividad en los próximos años.

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