Galuccio: con los pies en el shale y la mirada en el offshore

Imagen de la presentación, en el auditorio de YPF

Miguel Galuccio, presidente de YPF, participó recientemente de la 19na. Conferencia Industrial organizada por Unión Industrial Argentina (UIA), donde expuso definiciones de importancia para la industria petrolera, advirtiendo que el país alcanzará el objetivo del auto abastecimiento sólo si logra aprovechar su potencial de recursos no convencionales. Asimismo, anticipó objetivos de la compañía para el corto y mediano plazo.

La siguiente es una síntesis de las principales definiciones (Fuente: El Inversor Energético):
– La demanda mundial de energía crecerá un 56% entre 2010 y 2040. Países emergentes como China e India pasarán a ser principales consumidores de energía. China tendrá un consumo en 2040 que duplicará al actual de EEUU.
– Los yacimientos que estuvieron produciendo desde décadas, tienen reservas limitadas, y por lo que hoy se están reemplazando esas reservas por el offshore de Brasil y México y por el no convencional en EE.UU.
– Los grandes yacimientos mundiales, que están en fase de recuperación secundaria o terciaria, representan el 60% de la producción mundial y declinan a un promedio del 6% anual. El descubrimiento de yacimientos de más de 500 millones de barriles de producción acumulada ha caído significativamente. El yacimiento Cantarell, en México, producía 2 millones de barriles por día, y hoy produce 400.000 barriles por día.
– La demanda mundial de petróleo crece un 1% anual, por lo que la producción convencional debe ser compensada por el offshore deepwater y no convencional.
– Una fuente importante de energía es el carbón, que representa un 25% de la generación en EE.UU. y para China, el 70%. El gas es la única fuente de energía capaz de reemplazar el uso de carbón. Tiene menor emisión de sulfuros. A raíz del shale gas, las emisiones de CO2 de EEUU se redujeron un 3,7% en 2012. El gas natural es el combustible puente de cara al futuro.
– La irrupción del no convencional cambia el paradigma, y los importadores pueden pensarse como exportadores. Entre 2007 y 2010, la producción de shale en EE.UU. permitió elevar un 27% la producción de gas y para 2025 la proyección apunta a sumar un 60% más de oferta. Se crearán 1,6 millones de empleos.
– Los precios domésticos de EE.UU. son un tercio del precio que se paga en Europa, y un quinto del que rige en Japón. EE.UU. tiene 1800 equipos de perforación trabajando, por lo que el precio podría mantenerse a 4 dólares por MMBTU.
– El desarrollo del shale gas podría bajar el precio del gas natural licuado y competir con los valores de Rusia.
– En la Argentina, atravesamos un momento muy similar al de EE.UU. hace 10 años atrás, cuando se veía obligado a importar energía porque no alcanza su producción local. Nuestro país se ha vuelto dependiente del precio internacional de GNL. Desde que la Argentina empezó la importación de GNL, el precio pasó de 9-10 dólares a 15-17 en los últimos cinco años. Esto se debe a la evolución del precio del Brent, a la levantada del consumo de los países asiáticos, y al accidente de la central nuclear de Fukushima.

 

– Hay que evaluar el potencial exploratorio de nuestro país. Existe un potencial en las cuencas no productivas, pero sabemos que en el largo plazo, por el tamaño de los posibles descubrimientos, esto no alcanzará para resolver el autoabastecimiento.
– El offshore es el otro potencial. Creemos que podemos encontrar plays concept similar al que se está desarrollando en west Africa, o alguno de los que se ve en Brasil, pero a diferencia del shale, en offshore tenemos muy poco conocimiento. Si comenzamos los estudios, el desarrollo del offshore podría venir con un viso de realidad en 10 años vista. Requeriría que realicemos muchísima sísmica, muchos pozos, delineación y en 10 años podríamos estar en condiciones de empezar algún tipo de desarrollo.
– El no convencional se agrega a nuestra estantería de recursos que nos permitirá en un plazo de 5 a 10 años recuperar un porcentaje del autoabastecimiento energético. Los recursos representan al equivalente de 30 veces las reservas de gas y 9 veces las reservas de petróleo.
– La Argentina será un país si logra desarrollar el no convencional y otro si no lo hace. Tenemos una herramienta que es YPF, pero a su vez necesitamos de la industria local y también de las compañías internacionales. Necesitamos tener precios razonables de la energía.
– Se nos plantea el desafío de convertir una ventaja comparativa (los recursos de Vaca Muerta) en una ventaja competitiva, que sería convertir los recursos en reservas.

– Hasta ahora, perforamos casi 100 pozos, casi el triple que el resto de las compañías combinadas. Se trata de un desafío estrictamente económico, si pensamos que para diferentes condiciones geológicas y petrofísicas, hay un costo razonable de producción.
– YPF ya invirtió US$ 1200 millones en la exploración de campos no convencionales. La cifra es equivalente a todo lo invertido por Neuquén en 2012.
– Este año, YPF perforará, en total, 906 pozos. El objetivo para 2017 es incrementar ese número en una 80%. Para eso, debemos aumentar un 55% la cantidad de equipos de perforación. La de workover, un 44% y la de casing, un 103 por ciento.
– Hay que preguntarse: ¿queremos ser o no ser independientes energéticamente? Si la respuesta es positiva, hay que aceptar que la estimulación hidráulica es parte fundamental  de desarrollar estos recursos (no convencionales), implica que no lo podemos hacer solos, por lo que se viene una compañía como Chevron, debemos aceptar que eso es necesario y es una condición para alcanzar una independencia energética que buscamos.
– Esto no es una causa de YPF, es una causa de las provincias, de las empresas, de todos, estamos ante una oportunidad tan grande que habrá oportunidades para empresas grandes, medianas y chicas.

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