El presidente y CEO de YPF, Miguel Galuccio, dio un mensaje claro en cuanto a metas de la empresa, durante su disertación brindada en el marco de la inauguración del Foro de la Industria de los Hidrocarburos, que bajo el lema “Recursos No Convencionales: un nuevo Horizonte Energético” se celebró entre el 7 y 10 de octubre en el ámbito de la IX Exposición Argentina Oil&Gas (AOG), realizada en el predio de la Sociedad Rural de Buenos Aires y en la que participó suplemento Desarrollo, junto a diario Crónica de Comodoro Rivadavia. “Necesitamos más inversiones y para ello, necesitamos de empresas, regulaciones y gobiernos que nos acompañen a afrontar el gran desafío que tenemos en Vaca Muerta”, planteó el ejecutivo.
En primera fila se encontraban otros referentes de la industria hidrocarburífera, entre ellos Carlos Bulgheroni, uno de los propietarios del grupo Bridas, que controla Pan American Energy. Algunos observadores interpretaron esa frase como una invitación directa a sumar esfuerzos en la cuenca Neuquina, donde según Galuccio “Argentina está en condiciones de repetir la revolución energética que, con los No Convencionales, hizo Estados Unidos”. La referencia a las regulaciones pareció apuntar a los gobiernos provinciales y a preparar un terreno en el cual se busca que no haya trabas para activar las fuertes inversiones requeridas.
Todas las miradas están puestas en el recurso existente en la provincia de Neuquén, pero Galuccio ponderó especialmente que existen otras áreas de interés, entre las que mencionó especialmente a la formación D-129, que se encuentra en el subsuelo de las provincias de Chubut y Santa Cruz, en la cuenca del golfo San Jorge.
Resultados tras 18 meses de gestión
En su presentación, Galuccio relató que en su reciente participación en una exposición de Inglaterra, todas las preguntas apuntaban a conocer avances en Vaca Muerta, ya que después de Estados Unidos y Canadá, es la principal área mundial en materia de recursos no convencionales de petróleo y gas. La explotación de tales recursos están ligados a uno de los objetivos planteados al inicio de la gestión, que es el de recuperar el auto abastecimiento energético y volver a posicionar al país como exportador de energía.
En ese plano, el ejecutivo refirió que a partir de la nacionalización de YPF se ha alcanzado la primera meta planteada, que era la de detener el declino de la producción de petróleo y gas, en principio a través de la mayor eficacia de los yacimientos maduros, mediante técnicas de recuperación secundaria y terciaria. Además, recordó que las metas pasaban por responder a la demanda por falta de combustibles que afectaban al país, al tiempo que ponderó inversiones en marcha en las refinerías de La Plata (por 4.500 millones de pesos) y Luján de Cuyo (2.600 millones de pesos).
Al plantear el balance de los primeros 18 meses de gestión, detalló: la inversión se ha duplicado, en tano en el primer semestre de 2012 (previo a la nacionalización de la compañía) ese ítem alcanzó 5.544 millones de pesos, mientras que al finalizar el segundo semestre de 2013 la inversión proyectada alcanzará los 10.792 millones de pesos.
Esto se refleja en el fuerte incremento en equipos de perforación, al pasar de 25 unidades en 2011, a 63 equipos activos a septiembre de 2013, tras utilizar 46 durante el año pasado, representando actualmente más del 60% del total de equipos activos en el país. En workover, se pasó de 49 a 85 equipos.
Esto posibilitó elevar la producción, tanto en petróleo como en gas, al presentar registros del cuarto trimestre de 2012 contra el período julio y agosto de 2013.
En cuanto a la situación financiera de la compañía, detalló que en los últimos 12 meses “financiamos con nuestro flujo de caja casi el 80% de las inversiones”, destacando además la colocación de obligaciones negociables en el mercado local por 16.500 millones de pesos. “Entre el flujo de caja operativo más la deuda neta, casi la totalidad está volcado en inversiones y ése es el cambio fundamental en esta nueva etapa de la empresa”, señaló, en elíptica alusión al período previo a la nacionalización, cuando el 90 por ciento de las utilidades se distribuía entre los accionistas y se reinvertía menos del 10 por ciento, mientras que hoy esa relación se ha modificado en términos inversos.
La meta de los No Convencionales
Para dar el gran salto en materia productiva, YPF apuesta a la explotación de recursos No Convencionales ubicados en la cuenca Neuquina. Para ello, advirtió que el país tiene muy bajas reservas de recursos convencionales, en una relación de 4,4 billones de barriles (entre reservas probadas y posibles) contra 27 Bbbls, en lo que hace a petróleo. En gas, la brecha es aún mayor, ya que al país le quedarían sólo 29 TCF de reservas probadas y posibles, mientras que en No Convencionales ese volumen se eleva a 802 TCF (trillones de pies cúbicos; cada TCF equivale a 28.320 metros cúbicos…).
“Estamos frente a un recurso de magnitud mundial y es el desafío que tenemos por delante”, expresó Galuccio. “Hasta ahora hemos perforado 90 pozos y la producción actual es de 13.000 barriles equivales por día. El primer cluster en desarrollo abarca unos 20.000 kilómetros cuadrados y una inversión inicial de 1.240 millones de dólares, con más de 100 pozos a perforar y 19 equipos perforadores, lo que va a movilizar 1.650 empleos directos. Imaginen lo que podemos hacer con el desarrollo de los restantes 75 cluster”, indicó.
“La industria argentina cuenta con la capacidad suficiente como para liderar a nivel mundial la explotación de petróleo y así transformarse en uno de los principales jugadores en el segmento del shale gas”, dijo el ejecutivo.
No obstante, advirtió también que los principales desafíos pasn por lograr mayor eficiencia (mencionó el trabajo con una técnica nueva que logró reducir en 10 días el tiempo de perforación de un pozo de estas características); productividad (detalló que el costo se ha reducido de 12 a 7,5 millones de dólares por pozo, pero aún debe reducirse más ese costo y mencionó la necesidad de contar con recurso humano altamente calificado) y, fundamentalmente, se requieren inversiones. “Hemos pasado de una inversión de 2.000 a 5.500 millones de dólares con un solo piloto”, dijo para dar una magnitud de las inversiones requeridas. Fue en ese marco que habló de la necesidad de políticas regulatorias que tengan en cuenta la magnitud de este desafío, además de la necesidad de inversiones del sector privado, invitando a las demás operadoras a sumarse al desafío.
También destacó especialmente que se apunta a trabajar de modo sustentable, para lo cual tendrá una especial participación la empresa Y-TEC (YPF Tecnología), desde la que se desarrolla investigación y creación de nuevas técnicas para la tarea a realizar en los sistemas de fracturación.
