Por Raúl Figueroa) Desde el Instituto Provincial del Agua se otorgó la autorización para que la petrolera nacionalizada pueda utilizar agua dulce, proveniente del río Mayo, para perforar el segundo pozo en busca de recursos no convencionales de petróleo y gas en cercanías de la localidad del mismo nombre. Se trata de un volumen de 8.234 metros cúbicos, a utilizar en un proceso que llevará alrededor de 5 meses. Es el equivalente al uso en alrededor de un cuarto de hectárea para producción de alfalfa, según se indicó para comparar.
A diferencia del pozo perforado en El Trébol, donde la compañía petrolera prevé realizar la fractura mediante el uso de agua de purga, es decir el fluido resultante de las demás perforaciones que la operadora tiene en la misma zona, en La Greta no será viable esa opción.
Es que según explicó el subadministrador de Recursos Hídricos del IPA, Pablo Rimoldi, la compañía argumentó que por problemas de distancia y logística no podrá acarrear el volumen necesario hasta la zona de la nueva perforación. De allí que solicitó la autorización para extraer un volumen de agua del río Mayo, que será de 8.234 metros cúbicos, es decir unos 8,2 millones de litros de agua dulce.
Para establecer una referencia, Rimoldi precisó que dicho volumen es equivalente al utilizado para riego por inundación en la cuarta parte de una hectárea de tierra utilizada para la producción de alfalfa. “No significa que le estemos quitando el agua a esa superficie bajo riego –aclaró-, lo mencionamos como una referencia; pero si el agua no se utilizara, se perdería por el proceso natural de evaporación”.
El funcionario aclaró que se trata de un permiso por única vez para el uso en el primer pozo exploratorio, mientras que en el hipotético caso de que resultara viable una etapa posterior de explotación, el tema deberá ser nuevamente tratado y en conjunto con el comité de cueca del río Senguer, recientemente conformado.
El río Mayo es afluente del río Senguer, que desemboca en los lagos Colhue Huapi y Muster, del que se abastece de agua a Comodoro Rivadavia. “Llegado el caso se tendrá que evaluar y discutir”, puntualizó en torno a si se avanzara en una campaña de perforación de varios pozos para explotar recursos no convencionales.
“Debemos desmitificar la creencia de que le estamos dando todo el agua a la actividad petrolera. A nivel mundial, el 80 por ciento del agua que se consume es para producción de alimentos”, detalló. “Hay poco y nada de agua dulce que se desvié a otros objetivos como la minería y la producción petrolera, que incluso están contemplados en el código”, enfatizó.
Desde esa perspectiva, el funcionario explicó que no se está disminuyendo ni quitando caudal al agua que consume Comodoro Rivadavia, ya que las falencias que se dan en la ciudad obedecen a problemas de capacidad de transporte y potabilización, pero no a la falta de recursos.
Confinamiento
Una de las consultas que planteadas al funcionario provincial desde este suplemento es la finalidad que se dará al líquido resultante de la factura, es decir el agua mezclada con los productos químicos que se utilizan para moler la roca y extraer el hidrocarburo que se encuentra en los intersticios de la misma, lo que torna más dificultoso el proceso, a diferencia de lo que ocurre con los recursos convencionales.
Al respecto indicó que el líquido será reinyectado a la profundidad a la que se hará el pozo, es decir cerca de los 4.000 metros, evitando que tome contacto con el denominado acuífero libre, que es el que se encuentra cercano a la superficie y que en algunos casos puede aportar agua aprovechable.
Uno de los desafíos que presentan los recursos no convencionales es resolver el impacto ambiental, ya que el agua sale contaminada no sólo por los productos utilizados, sino por lo que absorbe en el terreno recorrido. “Es un hermoso problema ambiental –había indicado el especialista Gualter Chebli, en una disertación reproducida por Desarrollo-. Hay formas para evitar el impacto, lo cual eleva considerablemente los costos, que si para un pozo convencional son de 2,5 ó 3 millones de dólares, un no convencional se ubica entre 35 y 40 millones de dólares. Esto da una idea del problema que tenemos por delante”.
Argumentos
En cuanto a los fundamentos presentados por YPF para requerir autorización para el uso de agua dulce, indicó que las fuentes de agua no dulce quedan lejanas al lugar de la perforación, de allí que en este caso no se podrá hacer el mismo proceso que en El Trébol, donde se hizo el primer pozo y se anunció que se utilizará agua de purga, según el informe presentado al Ministerio de Ambiente de la provincia.
Codo del Senguer
Por otro lado, Rimoldi admitió que continúa vigente el convenio firmado en 1996 entre la provincia y la firma YPF, por el que se posibilita la extracción de un determinado caudal del denominado “codo del Senguer”, en un sector del río del cual se deriva un curso de agua para explotación secundaria en la zona de Las Heras. Dijo que aún queda la posibilidad de que la petrolera extraiga unos 3.000.000 de metros cúbicos, pero no puede extraerlos en su totalidad sino que se fijó en el convenio un caudal máximo extraíble.
