Pocos

El general Enrique Mosconi “peleaba” (con y sin comillas) antes de la década del 30 en contra de las autonomías provinciales a la hora de manejar el recurso petrolero, bajo la convicción de que es el Estado nacional el que debe actuar desde una concepción integradora, sobre la base de que una visión federal debe atender el abastecimiento del petróleo, gas y combustibles en todo el país, antes que sobre objetivos puntuales y limitados a metas de recaudación por parte de estructuras provinciales. Una de aquellas discusiones se planteó en el Congreso dela Nación, cuando la provincia de Salta se disponía a avanzar en una concesión a favor de una empresa americana; eran varias décadas antes de que se sancionara la ley Federal de Hidrocarburos ,17.319, en 1967, que consolidó la jurisdicción federal. Sin cuestionar los objetivos de Mosconi, habría que contraponer los resultados de un manejo centralista, así en el petróleo como en otros órdenes de la economía nacional: las destilerías instaladas a miles de kilómetros del lugar de donde se extrae el petróleo (de allí queLa Plataprocese hoy la mitad del combustible que requiera el país y hasta el gobernador bonaerense podría reclamar participación en el manejo de YPF, en el nuevo contexto); las decisiones bajo criterio de “caja nacional” a las que muchas veces se sometió a la mayor empresa estatal latinoamericana, insignia durante décadas hasta caer en los pobres índices que, tras la desregulación de los 90 y la desidia de los 00, derivó en la reciente expropiación. Esto no debe ser argumento para llevar la discusión a una mera cuestión de “caja provincial”; lo que se requiere es abrir la discusión sin temores, más allá de las expresiones de compromiso y el temor a quedar cruzado con el gobierno nacional en términos políticos. El petróleo es soberanía, decía Mosconi; y ala Argentinale queda muy poco. No se pueden cuestionar los objetivos de recuperar el manejo estratégico nacional; sí es cuestionable que las decisiones sean de unos pocos (¿saben de petróleo, esos pocos?), sobre todo con tantos actores diciendo por lo bajo que “se enteraron por los diarios”.

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