Editorial de la edición del 20 de junio de 2013
Uno de los temas salientes de la renegociación con Tecpetrol está dado por las metas de actividad que se deberán fijar para que la operadora del grupo Techint incremente su inversión en la provincia, ya que su producción viene en franco retroceso en los últimos años, conforme se acerca al final de su concesión (año 2017). El Tordillo produce actualmente algo más de 2.500 metros cúbicos por día, lo que significa una reducción a casi la mitad de lo que producía, por ejemplo, a mediados de la década pasada. Pero además Tecpetrol tiene otras áreas en Chubut, donde no ha habido prácticamente desarrollo durante las concesiones vigentes, por lo que las nuevas metas estarán fijadas también en esas otras zonas donde deberá volcarse la inversión. Lo mismo se plantea para las demás operadoras, tales como Enap Sipetrol y Sinopec, ya que si bien no todas son áreas de las que puede esperarse una alta producción, sí representan potenciales crecimientos que, en el contexto actual del país, resultan sumamente necesarios. En el caso de YPF y PAE, desde el Estado se observa la evolución de los planes de inversión y se analiza la adecuación del contrato que firmaron los hermanos Bulgheroni con el Estado provincial en el año 2007. Desde esa perspectiva, hay quienes se preguntan si la inversión de PAE en los últimos años –en el orden de los 800 millones de dólares promedio en la provincia- es proporcional a los 15.000 metros cúbicos que puede extraer diariamente del yacimiento más productivo del país. Una de las observaciones desde el Estado se da por la inversión de YPF, que con áreas que producen hoy tres veces menos, invierte casi la mitad de la primera. Esa es una de las claves de la nueva relación entre los gobiernos y las operadoras y uno de los criterios que se tomará como medida, según parece, en las próximas negociaciones.