Petróleo plus: la caída de incentivos y los riesgos para la cuenca San Jorge

La suspensión del programa “Petróleo Plus” implica para la cuenca del golfo San Jorge una materia pendiente en cuanto a las condiciones que se requieren para sostener los altos niveles de actividad de algunas áreas, particularmente en una región de la que emana la mayor proporción de petróleo exportable, lo que para la provincia de Chubut le ha valido en los últimos años los mayores ingresos por regalías petroleras y, al mismo tiempo, encabezar junto a su par de Santa Cruz el ranking de producción petrolera. Con la suspensión, el Estado nacional prevé ahorrar unos 2.000 millones de pesos en incentivos fiscales, por lo que resulta complejo vislumbrar si las gestiones impulsadas desde el Estado provincial para reponer aquel sistema –o uno similar-, llegarán a buen puerto.

El programa de referencia fue creado en el año2008, ainstancias del Ministerio de Planificación Federal, conducido por Julio de Vido. A través de un sistema de incentivos fiscales, que en la práctica implicaba reconocer un mayor precio de referencia para la producción incremental de petróleo y gas, tenía objetivos concretos: generar inversiones por 8.570 millones de dólares y llegar a un aumento del 13 por ciento de la producción en cinco años, que se cumplían en el 2013.
El decreto 2014/2008 establecía puntualmente beneficios para las empresas productoras, además de las refinadoras, en lo que se llamó “Plan Refino Plus”, con el fin de incrementar la producción de combustibles:

• Para los incrementos en la producción y reservas se otorgarán Certificados de Crédito Fiscal transferibles, que los beneficiarios podrán destinar al pago de los derechos de exportación.

• Las producciones provenientes de yacimientos off-shore, sin producción antes del 1º de octubre de 2008, recibirán un incentivo especial que será definido por la Secretaríade Energía.
Así, las mayores beneficiarias del sistema eran –entre otras- las compañías PAE y Sinopec, cuya principal operación se concentra en el golfo San Jorge (Chubut y Santa Cruz), de donde se extrae un tipo de crudo pesado y que, al no poder absorberse totalmente por las refinerías del país (diseñadas principalmente para correr crudos livianos) generan excedentes exportables.
El mecanismo, en la práctica, buscaba mejorar los precios obtenidos por el crudo exportado, ya que por el sistema de retenciones a la exportación su precio tiene un tope en los 42 dólares.
En cuanto a la refinación, el programaba favorecía en primer término a YPF, que es la principal operadora con capacidad de elaboración de combustibles en el país, por lo que se promovieron proyectos de nuevas destilerías en la provincia de Neuquén.
Al iniciar el mes de febrero, el gobierno nacional resolvió suspender todos los programas de incentivos. Si bien en el plano oficial se evaluaron resultados positivos por parte de las empresas que se acogieron al programa, no es menos cierto que la producción global del país no crecería en los términos previstos (al contrario, el año 2011 siguió y agudizó la tendencia de caída) –y cuando ya maduraba la decisión política de expropiar el 51 por ciento de las acciones de YPF- el argumento del gobierno fue que habían cambiado las condiciones que generaron la creación de estos incentivos. Por ejemplo, el hecho de que el precio de referencia interno para el crudo había pasado de 35 a 70 dólares. Además, se fundamentó que la cancelación de los programas posibilitaría el ahorro de 2.000 millones de pesos, monto que el Estado nacional dejaba de percibir a partir de este sistema, al reducir por ejemplo sus ingresos en la retención sobre exportaciones.

Para el gobierno, el programa cumplió su etapa

Según un informe del Ministerio de Planificación, las empresas alcanzadas por la suspensión de Petróleo Plus son: Panamerican Energy (PAE), YPF, Occidental-Sinopec, Pluspetrol, Total Austral, Enap Sipetrol y Petrobras. En ese renglón, el Estado dejó de dar incentivos por 1.752 millones de pesos anuales.
En el caso de Refino Plus, perdieron el beneficio Esso, Petrobras e YPF, lo que significó un ahorro fiscal de 351 millones de pesos.
Para el organismo conducido por De Vido, el programa cumplió su objetivo y los resultados fueron positivos. Según aquel informe, durante el plazo de vigencia se entregaron beneficios fiscales totales por 10.000 millones de pesos. “El éxito de esos programas ha permitido incorporar reservas por 130 millones de barriles, adicionales a la reposición de la producción anual de cada compañía”, se argumentó.
Asimismo, “la producción de petróleo de los beneficiarios del programa experimentó un aumento acumulado entre 2008 y 2011 de 17 millones de barriles, además de los importantes descubrimientos de Shale Oil (petróleo no convencional), que también fueron posibles por la vigencia de este programa”.
En el caso de Refino Plus, se realizaron 14 proyectos con inversiones por 2.000 millones de dólares, a partir de los cuales hacia el 2015 se ampliará la capacidad de refinación en casi 2 millones de metros cúbicos/año para el gasoil, es decir, un 16 por ciento, y en 2,47 millones de metros cúbicos para la nafta, lo que equivale a un 37 por ciento, según aquel informe ministerial.

Preocupación en la cuenca

Lo cierto es que la desaparición del sistema ha vuelto a llevar el precio del barril de crudo exportado a unos 42 dólares por barril. Sobre esto se descuenta el 12 por ciento de regalías, pero aplicadas sobre valor internacional (que cotiza por encima de 100 dólares en los últimos meses), lo cual se traduce en que a las operadoras resulta mucho más conveniente vender al mercado interno (a unos 70 dólares por barril), que al externo.
La situación está en un cuello de botella: la producción de crudo de San Jorge, como se dijo más arriba, no puede ser totalmente absorbida por las refinerías del país, por características técnicas; esto implica un tope a la capacidad de producción de crudo en la región, lo que en la práctica implica perforar menor cantidad de pozos nuevos, ya que al perder el mercado externo, las operadoras evaluarían disminuir sus planes de inversión.
“No vamos a sacar petróleo para almacenarlo”, fue la gráfica imagen de una fuente del sector.
El tema ya ha sido planteado en forma de preocupación por sectores sindicales y también por actores del gobierno provincial, ya que PAE es la principal operadora de la provincia y cuya actividad explica los mayores ingresos por regalías (porque además, al cobrarlas sobre el crudo exportado, la liquidación se hace sobre el precio internacional, generando un mayor ingreso).
Las gestiones para lograr un paliativo al “Petróleo Plus” comenzaron desde el mismo momento de la suspensión. Por otra parte, la petrolera de los Bulgheroni tampoco podría afectar seriamente sus planes de inversión, ya que le caben las exigencias planteadas por la OFEPHI, que a comienzos de este año demandó un incremento global de la producción de un 15 por ciento. Ese crecimiento debe tener un necesario correlato en un incremento de la capacidad de refino del país, ya que hoy se encuentra operando al máximo de su capacidad, pese a lo cual la oferta de combustibles sigue siendo muy cercana al límite de la demanda.
Aun cuando se definieran esas inversiones, se trata de un tipo de proyecto que demanda años de realización.

 

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