Las reservas de gas en yacimientos no convencionales –de arenas compactas- cubriría la demanda para los próximos 100 años, según confiaron funcionarios de la Secretaría de Energía de la Nación al anticipar el anuncio que preparaba el gobierno nacional para esta semana.
Según anticipó el diario BAE, las reservas cuantificadas ascienden a 257 TCF (trillones de pies cúbicos), que se encontrarían en la cuenca Neuquina. El volumen de lo descubierto permitiría abastecer el consumo actual de gas de la Argentina por más de un centenar de años. Se trata de reservas equivalentes a unos 26 yacimientos del tamaño de Loma de la Lata, que fue desde su descubrimiento –en 1997– el yacimiento gasífero más importante del país. Su producción se inyecta en los gasoductos troncales Centro-Oeste, Neuba I y II, Cordillerano del Sur y Transandino (hoy inactivo).
«En la cuenca Neuquina hay 257 TCF que equivalen a 26 reservorios como Loma de la Lata en su etapa inicial», reveló Mario Cavazzoli, técnico de la perforadora estadounidense Schlumberger, durante el V Seminario Estratégico, organizado por el Capítulo Argentino de la Sociedad de Ingenieros en Petróleo (SPE).
En el auditorio se encontraba el director nacional de Exploración, Producción y Transporte de Hidrocarburos de la Secretaría de Energía, Miguel Hassekieff, quien destacó que hay «fundado convencimiento técnico» de que pueda en corto plazo sustituirse las importaciones de gas (de Bolivia y GNL) sobre la base de la implementación de tecnologías disponibles.
Además, Hassekieff confirmó que ya se identificaron 46 proyectos de explotación de gas no convencional, 34 de los cuales ya pueden ingresar en la etapa de la firma de los contratos de comercialización.
En ese sentido, Cavazzoli destacó que el país cuenta con la incuestionable salida de disponer de gas no convencional, susceptible de extraerse en yacimientos de arenas compactas (tight gas) o shale gas (lutitas arcillosas con un alto contenido de materia orgánica).
Desafíos técnicos
Según cita el artículo de BAE, el técnico de Schlumberger sostuvo que la producción de los yacimientos no convencionales depende de las características del reservorio y de la buena calidad de completación de los perfiles productivos.
Si bien admitió que en el país hay problemas logísticos sin superar, existe tecnología disponible como para acometer la explotación de esos complejos yacimientos. Distintas petroleras verificaron «en las formaciones (geológicas) Los Molles y Vaca Muerta de la cuenca Neuquina reservorios en los que ya se comenzaron a lanzar perforaciones de gran complejidad que llegan hasta los 5.800 metros».
La existencia de esas reservas estaba detectada desde hace años, pero se las valoraba como improductivas por su alto costo de extracción.
Los desafíos logísticos que hay que encarar obligan a perforar baterías de pozos en las que se hace necesario contar con un volumen de 700.000 metros cúbicos de agua para concretar fracturas hidráulicas en el tight gas o el shale gas.
Por el lado del potencial de compresión cada batería de pozos hace necesario disponer de hasta 12.000 HP en un mismo bloque y hasta hoy las empresas de servicios petroleros cuentan, por lo general, con equipos capaces de garantizar un potencial promedio de hasta 30.000 HP por compañía.
En materia de yacimientos convencionales (ordinarios) pero de problemática ubicación, como el campo marino Aries, a 25 kilómetros de las costas de Tierra del Fuego, el titular de Total Austral, Javier Rielo, confirmó que aún hay mucha tela para cortar.
Como resultado de sucesivas campañas exploratorias y de desarrollo de ese yacimiento, operado mediante plataformas controladas a distancia, se comprobó la existencia de 19.000 millones de metros cúbicos de gas.
Otro de los directivos de Total, Laurent Parra, director de Desarrollo de Negocios de esa compañía francesa, afirmó que la futura explotación que se proyecta lanzar sobre el yacimiento marino Vega Pléyade, ubicado frente a las costas de Tierra del Fuego, podría recibir en los próximos cuatro años inversiones por unos u$s800 millones.
