George King, de Apache Corporation: «no hay evidencia de impactos por fracking»

Por Raúl Figueroa) George King, Distinguished Engineering Advisor en Apache Corporation, afirmó durante el Foro de la Industria de los Hidrocarburos realizado en el marco de la Expo Oil&Gas en Buenos Aires, que Estados Unidos dejó de ser importador neto de petróleo y gas, para reducir drásticamente sus compras externas en el primer caso (el crudo importado representaba 70% y hoy esa participación cayó a menos de 50% y pasó a ser una potencia en gas, a partir del aprovechamiento de recursos shale. Otra de las consecuencias de esa actividad ha sido la reducción del precio de gas, de 11 dólares por Millón de BTU a 5 dólares por unidad.

La mayor parte de la conferencia del ingeniero King estuvo centrada en estudios realizados para verificar impactos ambientales del fracking, ante la fuerte oposición surgida en aquel país en torno a dicha actividad.
Al iniciar la disertación, tomó como punto de partida estudios realizados sobre 650.000 pozos en Estados Unidos y otros lugares del mundo, distribuidos en distintos tipos de análisis. Uno de estos trabajos abarcó un total de 400 casos en los que se evaluaron impactos de petróleo en napas de agua por rotura de casing y otros sectores de la sarta de barrera que rodea al pozo, llegando a determinar que el riesgo en tal sentido es de 1 en un millón de pozos, pero por problemas atribuibles a transporte y almacenamiento del crudo, pero no por la perforación propiamente.
“Hice otro estudio en los 10 Estados de mayor producción de petróleo de Estados Unidos y nunca hubo problemas con fracturas”, sentenció luego ante una pregunta del público.
“De los 650.000 pozos, surgen estos datos –dijo el expositor-: si una barrera falla, la fuga es contenida por la siguiente (distintas capas de cementación, sartas de casing y tubing, dependiendo del diseño y tipo de geología del pozo), con lo cual para que haya una fuga se debe producir una vía de salida, es decir una rotura continua en todas estas barreras. El riesgo de falla es de entre 0,06% y 0,1%”.
Otro estudio en el Golfo de México determinó que la fuga entre los años 1980 y 2009, por fallas de casing sometidos a presión sostenida, había sido de entre 0,00005 y 0,000003% del volumen de petróleo producido en el período. “Luego de ver este trabajo, hice otro estudio en Texas sobre más de 500.000 fracturas y más de 1 millón de pozos, el 95% de los cuales tiene un acuífero. Texas –explicó- es el segundo estado de nuestro país (E.U) que más agua usa de las napas, un 85% para uso agrícola o municipal; nosotros usamos 1,3% del total y estamos reduciendo esa participación, porque estamos empezando a utilizar el flow-back (agua de retorno del proceso de fractura). No ha habido impactos importantes en los acuíferos, salvo algunos pozos de inyección que estamos trabajando”, dijo, aunque no dio mayores precisiones al respecto.
También descartó la vinculación que se hace en algunos sectores entre la fractura y posibilidad de movimientos sísmicos, al comprar la ínfima potencia que representa el movimiento de ese tipo de perforación frente a la energía que mueve las placas tectónicas de la Tierra. “No es coherente plantear esto”, aseguró.
Ante una pregunta sobre prohibiciones de la actividad en Estados Unidos, dijo que hasta ahora hay dos: New Yersey y Main, pero ninguno tenía antecedentes de producción petrolera. También se planteó en New York, “por una cuestión paisajística”. En este punto, indicó que tales planteos no prosperaron en Texas, que es donde más se conoce de la operación petrolera.
“He leído prácticamente todos los argumentos antri-fractura, y puedo asegurar que no tienen la base científica que proclaman. No se ha logrado demostrar nunca que las fracturas causen impacto ambiental, las actuales acusaciones de algunos grupos se realizan sin evidencia”, aseveró el representante de Apache.

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