Un horizonte de caídas

A poco de cerrar el año 2011, el balance de la actividad hidrocarburífera en el país arroja saldos fuertemente negativos, con indicadores negativos que superarían el 8 por ciento en relación al año pasado, de acuerdo con proyecciones basadas en datos dela Secretaríade Energía dela Nación.SantaCruz y Chubut no estuvieron exentas, en tanto los altos niveles de conflictividad de la cuenca San Jorge han tenido una especial incidencia en la disminución productiva.

Según datos dela Secretaríade Energía dela Nacióna los que tuvo acceso Desarrollo de la Cuenca del Golfo San Jorge, hasta octubre de 2011 la producción acumulada de petróleo asciende a 27,5 millones de metros cúbicos. Esto representa una suma inferior a los 30 milllones de metros cúbicos que se habían producido en el mismo período del año 2010.
Si las matemáticas no fallan, ello representa una caída del 8,3 por ciento, tal la magnitud de la reducción que se proyecta este año en relación al total del año 2010. En materia gasífera los números también muestran una caída superior al 4 por ciento.
Se trata de números que no sorprenden por su tendencia (ya que la progresión negativa se inició después de 1999 en el petróleo y desde el 2004 en el gas), sino por la magnitud del salto negativo. Es que en la producción de crudo, el ritmo de reducción era del orden de 2 por ciento anual, a raíz de la tendencia natural declinante de la mayor parte de los yacimientos del país y la insuficiente inversión exploratoria a lo largo de la última década.
Desde la visión de algunos analistas, gran parte de esta mayor reducción se origina en la alta conflictividad de la cuenca del golfo San Jorge, ya que la provincia de Santa Cruz estuvo cruzada por conflictos que prácticamente paralizaron o afectaron seriamente la producción entre los meses de abril y junio de 2011.
Según se informó oportunamente, la pérdida es estimada en una magnitud del orden de1.300.000 metroscúbicosde petróleo durante aquel período, lo que debe sumarse además a las afectaciones que hubo del lado de Chubut, que si bien no fueron tan prolongadas en tiempo ni tan impactantes en volúmenes perdidos, impidieron que la provincia tuviera un crecimiento de producción, provocando que este año cierre en un valor similar o incluso levemente inferior al del año 2010, cuando se estancó en torno a los 9,5 millones de metros cúbicos de crudo.

Subsidios y precios

 De esta manera, surge con claridad que los problemas energéticos del país exceden la situación de los subsidios y su recorte, que el gobierno nacional ha comenzado a poner en marcha. Diversos analistas que han dialogado con este suplemento expresaron su visión de que si bien era necesario comenzar a desmontar la estructura de subsidios cruzados, por el alto costo fiscal que esto representa para los recursos del Estado nacional, no parecen ser suficientes para destrabar los problemas que enfrenta el sector energético.
Así lo expresaron oportunamente Daniel Montamat –quien opinó que en definitiva se continúa favoreciendo la importación de combustibles, tales como el gas, a precios alineados con el mercado internacional y mucho más elevados que los que recibe la producción de los yacimientos argentinos- y Jorge Lapeña, quien opinó que la medida es un primer paso necesario, pero no suficiente.
La cuestión de fondo sigue estando centrada en los precios internos, tanto para el petróleo como –especialmente- pera el gas.
El gobierno argentino ha cifrado fuertes expectativas en los hallazgos de recursos no convencionales enla CuencaNeuquina.Para que estos se conviertan en reservas, es necesario un camino de precios que resultan muy superiores a los que rigen para el petróleo y gas en el resto de las áreas, ya que estos niveles no justifican los altos costos de extracción que implican los no convencionales.
Uno de los grandes interrogantes está dado en torno a cómo será el camino de recomposición de precios para elevar de los 2 dólares promedio que se paga hoy la unidad térmica del gas (Millón de BTU) a los 6 dólares por unidad que, por ejemplo, planteó como piso el gobernador neuquino Jorge Sapag. Vale recordar que aun en esos guarismos el precio del fluido seguiría lejos de los valores internacionales, en tanto Argentina le paga hoy a Bolivia alrededor de 10 dólares por Millón de BTU, mientras que el gas que llega en estado líquido por barco tiene un costo del orden de los 20 dólares por unidad térmica.
Un informe publicado por el sitio “La política online” refleja otro dato elemental en torno a la madurez de los yacimientos y su caída productiva, citando a fuentes de la industria: “El rendimiento de los grandes reservorios de gas–LomaLa Lata, Aguada Pichana, Ramos y Centenario, entre otros- se fue erosionando en los últimos años. La situación queda reflejada en la siguiente estadística: mientras que en el año 2000 un 58% de la producción correspondía a campos de alta presión (con costos de extracción más bajos), el año pasado ese porcentaje se había reducido al 11 por ciento”.
El mismo informe da cuenta de la expectativa de las operadoras sobre la mejora del precio interno del barril de crudo, que se ubica en 71 dólares por barril para el tipo Medanito (el de mayor calidad, proveniente de Neuquén). Ese incremento, que continuaría acercando al precio a los valores internacionales (por encima de los 95 dólares en la actualidad) sería otro elemento que solventaría la viabilidad de explotar áreas no convencionales. Ese reacomodo de precios, por otro lado, tendrá como contraparte la continua evolución de los precios de los combustibles, potenciados a su vez por la falta de inversión en nuevas refinerías y la caída productiva antes mencionada.

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