Roberto Kozulj: “El mundo se está reconfigurando y el mercado va a dar muchos sorpresas todavía”

Por Raúl Figueroa) El economista Roberto Kozulj, especialista en temas de energía y asesor internacional (*), fue entrevistado telefónicamente por Suplemento Desarrollo para conocer su análisis sobre la evolución del mercado internacional del petróleo en la primera mitad del año 2015. Oriundo de Río Negro, había disertado en Comodoro Rivadavia en el mes de noviembre, invitado por el Observatorio de los Hidrocarburos de la Universidad Nacional de la Patagonia; en esta ocasión el analista sentenció que la inestabilidad del mercado se mantendrá al menos hasta 2016-17. “No me animaría a decir que lo peor de la crisis ya pasó, el mundo se está reconfigurando y eso traslada al petróleo más interrogantes vinculados a lo geopolítico que a las razones del mercado”, indicó.

-¿Cómo evalúa el comportamiento del mercado del petróleo, teniendo en cuenta que usted en Comodoro vaticinaba cambios importantes pero costaba avizorar en ese momento caídas tan abruptas (en poco tiempo), si bien en este momento hay una lenta recuperación?
-En primer lugar el Brent hoy cotiza en torno a 65 dólares y el WTI alrededor de 60, mientras la proyección a un año está en 70 dólares; no estamos tan lejos del principio de la crisis, si bien hubo como usted dice pisos de 50 a 45 dólares. Como dije en la exposición, el piso de 50 dólares era previsible en los escenarios bajos que podían incluir una economía creciendo a menor velocidad, es decir con una baja en la demanda. Desde esa perspectiva, el conjunto de los actores va a revertir la tendencia y la economía mundial va a volver a crecer, porque los países emergentes seguirán comprando vehículos y no todos van a ser eléctricos, por ejemplo. Ahora bien, la pregunta es qué pasa con la oferta. La respuesta está más ligada a los aspectos geopolíticos y en ese plano no podemos ignorar que el mundo se está reconfigurando, como se ha evidenciado en el reciento acto de Rusia al celebrar los 70 años de la victoria frente a los nazis. Ahí hubo un alineamiento simbólico de países, junto a la China emergente y países de medio oriente (NdR: se refiere a la participación de los presidentes de China, Cuba, Venezuela y Egipto junto al líder ruso Vladimir Putin), más otro bloque de países de la OCDE.

Otra incógnita es qué pasará con el mundo árabe, si la confrontación entre sunitas y chiitas y la irrupción del ISSIS (Estado Islámico), todo lo cual está reeditando lo que se vio en el segundo contra shock petrolero, cuando Irak-Irán se disputaban quién iba a ser el guardián de la reserva del futuro. Si el actual conflicto se agudiza, tenemos un escenario en el cual los precios pueden quedar planchados. Y ese escenario es incompatible con un aumento persistente de la demanda. Acá viene otra pregunta y es cuánto tiempo sería sostenible y si eso llegaría a afectar las reservas remanentes de países con recursos convencionales y si ello podría afectar a los No Convencionales, que el mundo los necesita.

-¿Qué peso ha tenido la irrupción de los No Convencionales de Estados Unidos en la crisis del mercado? Algunos análisis plantean que la caída ha favorecido esa nueva posición estadounidense (ver “Una nueva OPEP está naciendo”, edición del 8 de mayo de este suplemento, citando un artículo publicado por el diario estadounidense New York Times).
-Esos análisis me parece que no van, no tengo ahora una presentación que armé para ese tema pero una cotización por debajo de 70 dólares por barril hace que muy pocos campos de No Convencionales resultan viables. No habría un fortalecimiento. Sí creo que Estados Unidos necesita energía barata e independizarse de haber hecho un traslado de su dependencia de medio oriente, trasladando ese problema a países asiáticos, especialmente a China, la mayor dependencia relativa del petróleo de Medio Oriente; esto puede llegar a una grandísima dependencia del gas de Rusia, si es que se definen proyectos de los que se está hablando. En ese caso la reserva de Rusia va para China y qué pasa entonces con el suministro para Europa, que depende de Rusia? Ahí irán aparece como segundo gran país con reservas de gas y por tanto el conflicto se centra no sólo en China, sino en asegurar el suministro europeo. Dudo que alguien pueda salir vencedor de un escenario de precios de muy corto plazo, donde los precios del petróleo resultan insuficientes para mantener la estabilidad política de ciertos regímenes. Este es el punto de fondo. La explotación aguanta con un barril de 50 ó 60 dólares, como aguantó dos décadas atrás con muchísimo menos precio, con 20 dólares por barril y a nadie se le movía un pelo con respeto a la oferta. No se han agotado tantas reservas en los últimos años para que esto cambie. El tema es si el mundo sigue girando sobre la base de combustibles líquidos y ninguna revolución tecnológica aparezca para cambiarlo; no veo un umbral de precios por debajo. De hecho, las proyecciones de un año a 70 dólares no es un escenario despreciable para los productores, al margen lo que ocurra con Argentina en ese contexto.

-¿Diría entonces que lo peor de la crisis ya ha pasado?
-No me animaría a decir eso, pero sí diría que este escenario se va a estirar hasta 2016 0 2017 y  todavía vamos a ver muchas cosas, porque el mundo está en plena reconfiguración. Mi sensación es que estos movimientos van a seguir –nadie tiene bola de cristal- en una banda especulativa que puede estar entre 50 y 80 dólares, pero nos podemos llevar muchas sorpresas. La gran pregunta es si este escenario tiende a estabilizarse, si Medio Oriente llega a una confrontación con un claro vencedor que estabilice precios en un nivel bajo, con apoyo de Arabia Saudita produciendo a ese nivel sus reservas que son de muy fácil explotación.

-¿El interés de Arabia Saudita por mantener precios bajos es para confrontar la oferta de Estados Unidos a partir de la irrupción de los No Convencionales?
-En parte sí y en parte no. Diría que tiene más que ver con los temas geopolíticos de estos países con respecto a China, en relación con el problema iraní y frente a Rusia… lo veo como una re-edición de la guerra fría, con cosas muy raras, que no se explican. Tuvimos a un experto disertando en la Universidad de Río Negro, especializado en temas de Medio Oriente, que tampoco se explica qué significa ISSIS, con 5000 ó 7000 extranjeros enrolados en sus filas, con un movimiento altamente infiltrado. Resalto los aspectos geopolíticos, porque el petróleo siempre ha sido así. La pregunta es si hay una jugada a ser vencedores y aplastar a todo el resto y ser totalmente vencedores del Medio Oriente, o bien una agudización del conflicto que revierte el panorama, esto no se puede saber. Diría que estamos en un momento de incertidumbre pero a Arabia Saudita no está interesada en Estados Unidos y su explotación de No Convencionales, de hecho han sido socios (Arauco es una compañía binacional) y no tiene sentido esa perspectiva que plantean algunos analistas.

-Qué podemos esperar en Argentina, es sostenible el acuerdo de precios internos para blindarse frente a los vaivenes internacionales?

-Argentina tiene muchas complicaciones adicionales, que tienen que ver con el tema del tipo de cambio de referencia, porque el problema no refiere a un valor nominal si no cuál es la señal, si se logra la convergencia entre el valor oficial y el paralelo en un nivel real o si existe una perspectiva disruptiva, destructiva para la economía argentina en tanto hay sectores que apuestan a eso. Veo esa incertidumbre mucho más grave que cualquier otra. Los precios actuales del petróleo pueden afectar el flujo de caja y la disposición para invertir, siempre hay un resentimiento posible cuando bajan los precios. Algo que sí demostró que está al margen de eso es YPF, que sigue apostando a levantar la producción y descubre nuevas reservas, pero en soledad, no lo hacen los otros actores, que están esperando a ver qué sucede en el proceso electoral y cómo despeja todo eso en el país y en el mundo, porque imagino que tampoco tienen todos los escenarios previsibles.

 

 

(*)Vicerrector de la sede andina de la Universidad Nacional de Río Negro y asesor de la Comisión Económica para América latina –CEPAL-, desempeñándose además como profesor e investigador titular de la Fundación Bariloche.

 

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