Precios del crudo se recuperan este mes, mientras combustibles no dejan de subir

Por Raúl Figueroa) El mes de abril es el último escalón en el acuerdo de precios que habían firmado las provincias petroleras y el gobierno nacional, para evitar que la devaluación del peso frente al dólar impactara directamente sobre los precios de los combustibles, si bien desde enero (o mejor dicho: a causa de dicho acuerdo) hasta abril los surtidores mostraron un incremento acumulado del orden del 19% en el caso de las naftas y ya se anticipó otro 3,8% de aumento para mayo. Así, las provincias productoras dejaron de percibir parte de la mayor renta que les correspondía percibir al transformar los dólares de las regalías en pesos (al liquidar cada barril de petróleo en base a la moneda norteamericana), pero dicho sacrificio no permitió evitar el impacto negativo sobre el bolsillo de los consumidores de combustibles y sus derivados.

Cierto es que, de no haberse establecido dicho acuerdo, el impacto hubiera sido mayor e inmediato, ya que el precio de referencia del crudo tiene incidencia en la conformación de la tarifa de combustible, aunque éste se compone en más de un 50% por impuestos.
El acuerdo de precios había determinado que las provincias comenzarían a percibir el nuevo valor en forma escalonada, incrementándose parcialmente a lo largo de 3 meses: para el caso de Chubut, esto implicaría 60 dólares en febrero, 64 en marzo y 67 dólares en abril. En la práctica, el acuerdo significó un retroceso de precios, ya que el valor que alcanzará en este mes (las liquidaciones se efectúan al día 15 del siguiente) es el mismo que regía en enero. Fue la fórmula encontrada para evitar que se forzara la cotización del dólar, tal como se intentó en enero, lo que originó una fuerte discusión entre las provincias y el gobierno nacional.
El petróleo de Neuquén, el que mejor rinde en las refinerías, tenía un precio de 83 dólares en febrero, pero a partir del acuerdo se comercializó con descuentos del 14% en febrero, 8,75% en marzo y 3,75% en abril. A medida que fueron disminuyendo los descuentos, se fue dando el aumento de los precios de combustibles.
En Chubut hay una situación especial con PAE, ya que el gobierno le había impugnado las liquidaciones de regalías durante el año pasado, por haberlas efectuado sobre un precio inferior al de referencia en el mercado interno. Al momento de firmarse el acuerdo de febrero, se dijo en forma oficial que desde abril “todas las operadoras” respetarían el precio promedio del mercado: de confirmarse, se superaría el diferendo con la operadora de los Bulgheroni, aunque fuentes vinculadas a la OFEPHI observaron que en el mes de febrero la liquidación volvió a hacerse por debajo del promedio del resto de las operadoras, lo que motivó una reserva judicial por parte del Estado provincial.

A fuego lento

El acuerdo de precios posibilitó que el impacto de los precios de combustibles fuera escalonado: 7% en enero, 6% en febrero, 6,1% en marzo y 5,4% en abril, previéndose el 3,8% para mayo. En promedio, significa un aumento acumulado superior al 19% desde enero y alrededor del 53% desde abril del año pasado.
Los precios de los combustibles dependen no sólo de la incidencia del precio del crudo, sino de la evolución cambiaria (por el uso de insumos importados para la elaboración) y de una demanda que no alcanza a ser satisfecha por la oferta. Según datos del INDEC, la producción de combustibles en 2013 batió un record al crecer más del 21% durante el año 2013, en relación al 2003, con la elaboración de 1.709 millones litros de nafta premium; 5.780,6 millones de súper y 119,9 millones al tipo común. Sin embargo, la creciente demanda (el año pasado se incorporaron 900.000 nuevas unidades al parque automotor) lleva a proyectar que este año la importación de combustibles aportará 10% del consumo total de naftas, 25% del gasoil y 40% de gas natural, al tiempo que la demora en recuperar volúmenes de producción de petróleo para su elaboración atenta contra el alto ritmo de crecimiento vehicular.

Aporte de las provincias

Por más que desde esferas oficiales se intenta explicar que “la provincia no ha perdido plata”, lo cierto es que las regalías desde enero no tuvieron el nivel de ingresos que hubiera significado la liquidación en base al precio de mercado que regía en el momento de la devaluación, pero el tema puede entenderse desde la perspectiva de un “sacrificio compartido”, para evitar un impacto único, haciéndolo progresivo, a medida que también los sectores gremiales fueron cerrando nuevos acuerdos paritarios.
De cualquier modo, queda en evidencia que el mecanismo no ha sido suficiente, más allá de que acaso funciona como una especie de tope a la discusión paritaria incluso dentro de la propia industria petrolera, donde todavía continúa la discusión salarial y en la que el objetivo para este año es bajar costos para recuperar productividad.

Mayores utilidades de YPF

Los precios de los combustibles, pese a la suba constante de los últimos años, no han motivado una retracción en las ventas, ya que éstas crecieron más del 35% en el cuarto trimestre de 2013 –comparado con el mismo período de 2012-, lo que en parte se explica por el crecimiento de precios promedio en pesos, prácticamente en la misma proporción. Sin embargo, el volumen de ventas también creció en lo que hace a naftas, en el orden del 7,1%, compensando la baja de volúmenes de gasoil, que retrajo ventas en un 1,2%.
Esa evolución positiva permitió también a YPF cerrar con una utilidad operativa –a diciembre de 2013- que alcanzó los 6.721 millones de pesos, lo que significa un incremento del 64,1% por encima de la utilidad de 2012. El incremento de ventas, en un 31,2% promedio, fue parcialmente compensado por el aumento de costos -29,1%-, explicado fundamentalmente por el incremento del precio medido en pesos del crudo comprado para procesar y transformar en combustible, además del aumento en las importaciones de gasoil.
En cualquier caso, datos oficiales reflejan que el precio promedio de las naftas cerró el año pasado con un 29,8% por encima del promedio en 2012 y el gasoil, un 25,4%.

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