Precio interno del petróleo subió más del 10 por ciento este año

Entre las consecuencias por la política de precios desfasados se observa la disminución de pozos gasíferos en el país. Es que mientras la actividad petrolera tuvo algún recupero de precio, la actividad gasífera afronta todavía un problema más grave y los indicadores así lo reflejan.

En efecto, los precios de referencia para el petróleo en el mercado interno han tenido una evolución positiva superior al 10 por ciento. Así surge al compararse los valores que los productores recibían hasta noviembre del año pasado y los que se liquidaron a mediados de 2010, según coinciden distintos analistas del sector.

El barril del crudo Escalante, por ejemplo, que se situaba en 42 dólares, hoy se liquida en alrededor de 48 dólares, según algunos reportes, mientras el Medanito (que es el de tipo más liviano, producido en Neuquén) pasó de 47 a 53 dólares promedio.

Esto se tradujo en una leve mejora de la actividad, que si bien no alcanza para revertir la tendencia negativa, hay coincidencias en que la caída de producción se ha visto atenuada en la primera mitad de 2010.

Vale recordar que los precios internos del petróleo siguen aún por debajo de la cotización internacional, que promedia los 75 dólares por barril, pero las nuevas referencias marcaron una mejora importante respecto de los que regían hasta fines de 2009.

En el sector del gas, en cambio, los precios permanecen muy lejos de la cotización internacional. Por esta razón, según se argumenta desde la industria, la producción gasífera continúa cayendo, a raíz de la falta de incentivos para explorar en busca de nuevos yacimientos. Neuquén, poseedora de la principal cuenca gasífera del país, tuvo en 2009 una nueva reducción, del orden del 7 por ciento, en relación al año 2008.

Loma La Lata arrastra una disminución del 50 por ciento en sus volúmenes gasíferos, mientras que la recuperación industrial y la mayor producción del campo son elementos que presionan fuertemente sobre el cuello de botella energético.

Para recuperar los volúmenes de gas es clave el resultado que puedan obtener los yacimientos no convencionales, denominados “thigt gas” y “shale gas”, que requieren de inversiones más grandes que las habituales, a raíz de la mayor dificultad que presentan las trampas arenosas o arcillosas.

Para ello hay varios proyectos en marcha, pero dependen de la promesa de mayores precios con que el gobierno nacional está tratando de viabilizar este tipo de inversiones.

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