¿Cómo impacta el dólar en baja a Chubut?

Por Raúl Figueroa) La economía provincial comenzó a dar esta semana señales de ahogo a partir de la combinación de dos variables que plantean un serio interrogante para el futuro: la merma de regalías petroleras por aplicación de retenciones y el crecimiento del gasto para poder cumplir con los acuerdos salariales paritarios. En el ítem regalías, la quietud del dólar, que significa un alivio para la economía doméstica porque al menos así los precios no suben de modo tan acelerado, juega también en contra del crecimiento de ingresos provinciales. La mejor noticia: subió la producción de crudo entre enero y mayo.

Como todas las economías regionales que dependen de exportar materias primas para contar con mejores ingresos, también en Chubut se mira con ambigüedad lo que pasa con la cotización del dólar.
Si bien hay un cierto alivio en el hecho de que el retroceso de la moneda verde implica menor presión sobre los precios de la economía familiar, en una apuesta del gobierno nacional para intentar desacelerar la inflación en la etapa previa a las elecciones, la contra cara se vincula a los ingresos proyectados en dólares.
En efecto, según se conoció esta semana el tipo de cambio profundizó su tendencia a la baja, llegando a cotizar a niveles del mes de marzo, previo a la última escalada de ese mismo mes. Esto hace que en provincias como Chubut, que tienen una parte de sus ingresos atados a esa cotización, la fluctuación negativa impacte en una menor cantidad de pesos recaudados, a la hora de convertir los dólares generados por las regalías.

Ahogo financiero

“De todos modos, la estimación presupuestaria se había hechos sobre el dólar a 40,10 pesos”, cuenta una fuente del ámbito gubernamental. La explicación apunta a decir que igualmente, aun con el dólar en baja y en torno a los 43 pesos, sigue la conversión sigue aportando ingresos por encima de lo previsto.
Hay dos salvedades. El presupuesto finalmente fue vetado, mientras que también es cierto que esa estimación fue un número oficial atado al presupuesto nacional, pero a sabiendas de que en la práctica la moneda estaría muy por encima de esa referencia. Después, en el transcurso del año, la práctica habitual es la compensación de partidas, a fin de poder utilizar los fondos recaudados por encima de lo previsto.
En ese plano, vuelve a emerger la diferencia clara en los ingresos. No es lo mismo multiplicar cada dólar ingresado por regalías por 43 pesos, que por 46,90 pesos, como llegó a cotizar el 26 de abril pasado.
Hay otro elemento a tener en cuenta: la deuda provincial tomada en dólares. Al bajar el dólar, también mejora la presión sufrida por las cuentas públicas en cada vencimiento trimestral de esa deuda, por la que este año queda por afrontar 80 millones de dólares. Por eso es que una de las apuestas del Ejecutivo es la urgente reestructuración de esos compromisos, que superan los 1.006 millones de dólares, algo que en el contexto actual parece difícil que pueda encaminarse.
“Hay un efecto neutro, entre cada dólar ingresado y cada dólar adeudado” –cuenta una fuente con conocimiento de las finanzas públicas-, pero también es cierto que con la deuda hay un margen de tiempo más amplio que el de los ingresos”.

Presión de las retenciones

Los números de la provincia tienen un contra peso tal vez más fuerte que la baja en la cotización del dólar. Se trata de las retenciones a la exportación de crudo, que siguen empujando hacia abajo los precios de referencia para el barril de crudo, que además arrastran una tendencia a la baja en el mercado internacional. Sólo la suba en la producción de crudo, que entre enero y mayo de este año tuvo una mejora de casi un 3% en la provincia, puede compensar una parte de esas tensiones en baja.
De este modo, el gobierno tiene ante sí un juego con pocas cartas en sus manos, para afrontar los compromisos salariales asumidos. ¿Auxilio financiero de Nación? Habrá que pagar la factura por el alineamiento definitivo con el kirchnerismo para la próxima elección. ¿Reestructuración de deuda? La posibilidad por ahora parece lejana. Las otras opciones ya no dependen de sí mismo: que la producción de crudo siga subiendo, o que la cotización del barril escale de un modo que hoy no se vislumbra, pero que cualquier drone caído en medio Oriente puede activar.
Más que juego de naipes, por estrategia e intuición, las cuentas públicas parecen depender más bien del dios de los dados y el azar.

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