En 2018, otra vez los salarios pierden una desigual carrera frente a la inflación

Por Raúl Figueroa) Aun en los casos en que se lograron los acuerdos más altos en porcentajes, como pueden ser petroleros, bancarios y comercio, las paritarias del 45% quedarán inevitablemente desfasadas frente a una inflación que al cerrar diciembre podría estar hasta 3 puntos por encima de esas referencias, acercándose a los 50 puntos.

El año 2018 concluye con la dura confirmación de aquella frase atribuida al general Perón, cuando a principios de los 70 dijo que “los salarios (suben) por la escalera, los precios por el ascensor”. Es que la casi totalidad de los acuerdos paritarios alcanzados por los gremios este año, que en muchos casos terminarán de completarse entre febrero y marzo del año próximo, quedarán por debajo de la inflación acumulada en los últimos 12 meses.

El deterioro del poder adquisitivo se completa no sólo por esa desigual carrera, sino con la línea de largada de un 2019 que promete mantener la disparidad entre ingresos y precios: ahí están, a la vuelta de la esquina, esperando los aumentos del transporte público, las tarifas de energía y gas o la siempre latente incertidumbre del dólar, cuya “siesta” de los últimos dos meses (con calmantes cuyo efecto termina en los primeros meses del nuevo año) ayudó a evitar que el incendio fuera más devastador.

Los que más se acercaron

Entre los sectores que más cerca estuvieron de igualar a la inflación, es decir de mantener el mismo poder adquisitivo de sus salarios de hace un año, se cuentan los bancarios y petroleros, con acuerdos paritarios que cierran en el 46% y 45%, respectivamente.

Cierto es que en algunos casos hay un componente de arrastre de la inflación del año pasado, a través de las cláusulas de revisión que se aplicaron este año, además de que también hay un desfase con la aplicación final de ese porcentaje, porque los aumentos de la última etapa de este año terminan de percibirse en los primeros meses de 2019, cuando nuevamente deberá aplicarse la revisión para considerar la inflación de los meses anteriores.

Así lo reconoció Jorge Avila al momento de cerrar el acuerdo petrolero: “si tenemos en cuenta la cláusula gatillo de 2017, estamos hablando casi de un 45% en lo que va del año, que es lo que se está cerrando. No estamos lejos pero no es lo ideal, porque creo que la inflación ampliamente va a superar el 50% en el año, pero tenemos la revisión en febrero para poder arreglarlo”.

Los bancarios, por su parte, ya arrancan con un 7% a cuenta a percibir en enero y febrero, más una suma fija, para retomar las discusiones en marzo próximo.

Otro caso singular es el de Comercio, que en abril terminará de completar un 45% en la paritaria 2018, pero hasta diciembre habrá completado alrededor de un 31%, sumando la revisión inflacionaria de 2017. “Lo bueno es que también logramos que el bono de 5.000 pesos de fin de año no sea absorbido en la partidaria, es decir que se suma a los porcentajes de aumento en lugar de descontarse”, explican desde el gremio, reconociendo la dura situación de los ámbitos laborales. También se espera, al retomar la partidaria dentro de 4 meses, incluir los desfases de la inflación en la última etapa de 2018.

Otros sectores de importancia y fuerte impacto en la región patagónica, como Camioneros y UTA (choferes de ómnibus) cerraron en un 40%. En este último caso, desde el gremio se informó que el porcentaje terminará de completarse en el mes de marzo.
Otro sector con incidencia en la región es la UOM, que cerró la semana pasada un nuevo acuerdo que completará un 40% de incremento en todo el año, a terminar de cobrar en febrero y marzo próximos, habiendo completado un 24,5% hasta diciembre.
Sectores marítimos, como los marineros del SOMU, buscan terminar de cerrar también en torno al 40%, aunque se mantienen negociaciones en algunas flotas específicas. “Lo bueno que tuvimos este año es que con la devaluación, los salarios se actualizaron porque hay un porcentaje que va atado al precio del pescado en dólares. Ganamos por ese lado, pero perdimos con los precios de alimentos y canasta familiar”, explican desde el gremio.
Vinculado a este sector, los trabajadores de plantas pesqueras (STIA) obtuvieron hasta julio un 25%, a lo que se sumó luego la cláusula de revisión en agosto, para completar otros 15.000 pesos (mitad se abonó en septiembre y la restante en enero), a lo que se suma un bono de 4.000 pesos acordado para diciembre. En total, se completa un 40,5%, “pero está claro que igual no alcanza”, reconocen desde el sector.

Estatales, recupero en la segunda mitad

No fue un buen comienzo de año para los estatales chubutenses, en el marco de la asfixiante situación financiera de la provincia, que impidió acceder a mejoras salariales acordes a la inflación durante la primera parte del año. Sin embargo, para la segunda mitad se pudieron cerrar acuerdos que tienen en cuenta la inflación medida en índices trimestrales por el INDEC, por lo que hubo equiparaciones que al menos permitieron cerrar el año de un modo menos negativo que lo que había sido el inicio.

Así lo reconocen algunos dirigentes gremiales, que sin tirar manteca al techo, admiten que hubo algo de recupero. En el sector docente, por ejemplo, se lleva acumulado cerca de un 30% a diciembre y se aguarda la medición inflacionaria del último trimestre del año (que cerraría en no menos del 12%), por lo que hay expectativa de que al percibir los salarios de enero (se paga en febrero), el acumulado haya superado el 40 ó 42%.

Otros sectores estatales reconocen un buen cierre. Los auxiliares de la educación completaron una mejora del 39% con el acuerdo de esta semana, pero desde la conducción oficial del gremio (encabezada por Hompanera) se habla de porcentajes mucho más altos: “en la 1987 alcanzamos un 83% y auxiliares completamos un 58%”, explican, tomando los distintos aumentos y cláusulas de revisión.

Aunque no en todos los rubros del Estado el incremento es el mismo, los empleados provinciales cierran mucho mejor que sus pares nacionales, donde la paritaria quedó “clavada” en un 25%, según informan medios nacionales.

Así, mientras el 2018 cierra con el sabor amargo de un año en el que la mayoría de quienes dependen de un salario o un ingreso fijo para vivir perdieron parte de su poder adquisitivo, ya empieza a proyectarse la discusión del 2019: esta vez, el gobierno nacional plantea una expectativa del 23%, casi con la misma ‘convicción’ que a fines del año pasado había planteado el techo de este año en un 15%.

Hasta el año que viene.

 

 

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *