Exploración: el desafío de la nueva década

Con la declinación productiva y de reservas como déficit principal en el mapa energético argentino, la segunda década del siglo XXI plantea la urgente necesidad de revertir aquella tendencia. La necesidad de hallar nuevas cuencas productivas urge si lo que se pretende es evitar la dependencia externa, que hoy avanza lenta pero inexorablemente, claramente reflejada por la importación de gas y combustibles líquidos, pero que podría ser aun más grave en los próximos años. La clave, para no pocos investigadores, estaría en el mar, lo que a su vez permitiría actualizar una política de recupero de las islas Malvinas.

El informe “La caída de las Reservas de Hidrocarburos: el problema más importante del sector Energético Argentino” (ver el documento en edición digital de este suplemento; ver también Crónica, edición 8 de mayo de 2011) pone en evidencia cómo se redujo la actividad exploratoria en la última década.
“Una política exploratoria que sólo realice inversiones de bajo riesgo en la áreas tradicionales ya maduras donde Argentina viene extrayendo hidrocarburos desde hace más de 100 años no es sustentable –advierte el documento-. Por supuesto que cada yacimiento –aún los más antiguos- puede y debe ser objeto de nuevas interpretaciones geológicas, de nuevas inversiones y de mejoras en las técnicas extractivas; pero el país debe afrontar otros desafíos que hoy no asume”.

Hacia el mar

Los autores del trabajo (·) también han elaborado un documento en el mes de marzo, en el que proponen que la búsqueda de nuevos hidrocarburos se realicen en el mar.
En efecto, el documento “El Desarrollo Petrolero Argentino en el Mar y sus Derechos Soberanos en Malvinas”  sostiene que el país debe desarrollar una política de búsqueda y explotación de petróleo en el mar, como forma proactiva para ejercer el reclamo de derechos soberanos sobre las islas:
“En este contexto afirmamos que no es conducente la queja sin el acompañamiento de la acción –plantean-. Es correcto denunciar que no corresponde explotar riquezas de un territorio en disputa, pero además es perentorio afrontar la exploración del mar argentino en su inmensa superficie casi virgen, sin conflicto alguno jurisdiccional y con el invalorable apoyo logístico que significa todo el territorio argentino y la industria petrolera argentina con experiencia de más de un siglo”.
De este modo, proponen medidas concretas para una política de Estado que impulse el desarrollo petrolero offshore en el país.
Entre los principales aspectos se destacan:

-Diseño de un plan para los años 2011-2021 en el Mar Continental Argentino, incluidas Malvinas.
-El plan debería ser aprobado por una ley del Congreso Nacional.
-Movilización de capitales de riesgo coordinados con el Estado nacional.
-Crear un marco de estabilidad jurídica y previsibilidad tributaria, para atraer una participación amplia de inversores, con el mecanismo de licitación pública para garantizar la transparencia.

Potencial de Malvinas

Para el investigador Federico Bernal, no hay dudas sobre la potencialidad petrolera existente en el mar y, particularmente, en áreas de Malvinas. En su trabajo “Petróleo: la llave maestra para la recuperación de Malvinas” (Centro Latinoamericano de Investigaciones Científicas y Técnicas) cita información especializada, según la cual afirma que 150 kilómetros al sur de la isla Soledad, “sobre un área de 1.492 kilómetros cuadrados perteneciente a la compañía británica Borders & Southern Petroleum PLC (B&SP) –una de las siete que exploran y explotarán en breve el crudo malvinense– los resultados de sísmica 3D confirmaron la presencia de 1,7 billones de barriles de petróleo, de los cuales B&SP recuperará unos 850 millones de barriles. Trasladado a la Argentina, este volúmen significa un 42 por ciento de las reservas certificadas del país (a diciembre de 2007)”.
Aun más, el mismo autor sostiene en base a investigaciones propias que las reservas malvinenses llegarían a triplicar las reservas nacionales, lo que permitiría pasar de un horizonte actual de 8 a 27 años de actividad. Por ello, convoca a ejercer una firme actitud continental en contra del colonialismo, en tanto “el entorpecimiento primero y la total obstrucción después de la explotación petrolera foránea en el archipiélago es un factor crucial a la hora de devolverlo a su legítimo dueño”.

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