Eslabones

La mayor producción aportada por Chubut en materia de petróleo y gas no alcanza para compensar la caída de esos hidrocarburos en el resto de los yacimientos del país. En este punto queda en evidencia el eslabón perdido entre la “ley corta” (que transfiere la potestad de los yacimientos hacia las provincias) y la necesidad de una política de conjunto que el país no logra articular. La mayor cantidad de petróleo que sale esta provincia y el excelente nivel de reservas de la cuenca no será suficiente para suplir la falta de crudos livianos que requieren las refinerías del país para elaborar combustibles. Si la tendencia positiva de producción continúa, habrá un excedente de este tipo de petróleo que seguirá volcándose al mercado de exportación en volúmenes crecientes (la provincia ganará más regalías y la operadora que exporte se beneficiaría siempre que se modifiquen las retenciones que hoy ponen tope a su ingreso), pero con la gran paradoja de que si no se resuelve la permanente caída de producción en el resto de los yacimientos, Argentina deberá por otra ventanilla salir a comprar al mundo los petróleos más acordes a las características de las refinerías instaladas en el país. Asimismo, tampoco la buena performance de la producción de gas de esta provincia –que es marginal frente a las necesidades de consumo del país- podrá satisfacer la creciente brecha que obliga a importar cada vez más desde Bolivia y a través de buques que traen el gas licuado, para ser regasificado en Bahía Blanca, con los consiguientes mayores costos que ello implica. Los analistas suelen decir que el Estado debe establecer “reglas claras” para que la industria realice las inversiones necesarias. Pero también es claro que muchos sectores de la industria hoy se benefician con grandes utilidades en el sector de refino (es decir, por el aumento constante de los precios de los combustibles) y aun con los precios pisados vigentes en el país para el barril de crudo, pero sin que ello se vea reflejado proporcionalmente en la búsqueda de nuevas áreas productivas para recuperar el autoabastecimiento energético.

Balances

Las retenciones a la exportación de petróleo parten del principio de que se trata de un recurso no renovable, de carácter estratégico, razón por la cual el Estado –en su rol de propietario del recurso- tiene el innegable derecho de participar de eventuales rentas extraordinarias producidas por la actividad. Donde sí puede haber margen para el necesario debate es en el alcance de tales mecanismos, particularmente en lo vinculado a la incidencia sobre precios internos y el modo en que ello puede atentar contra el carácter estratégico de ese mismo recurso. Tal perjuicio se refleja en la disminución de las curvas de producción y reservas de petróleo y gas en el país, por lo que un primer eje de la discusión debería darse para verificar si son los precios internos desfasados del mercado internacional los únicos causales de aquellos déficits. Por otro lado, atendiendo los argumentos expresados por Daniel Montamat (ver “Efectos”), podría decirse que las retenciones afectan principalmente a Chubut, ya que el petróleo de sus yacimientos es prácticamente el único que se exporta; pero ello no ha derivado en una depresión de sus áreas, sino todo lo contrario, hoy es la principal provincia productora de crudo y la de mayores reservas. Sin embargo, los datos de la realidad dan la razón al economista en los demás yacimientos del país, que registran cada año nuevas reducciones de su actividad, en gran parte explicado por los bajos precios internos. En suma, la compleja trama de factores exige un análisis a fondo (se debe determinar, por ejemplo, cuál es la tasa de inversión real en relación a las rentabilidades obtenidas), en el que se evalúe la posibilidad de propender a precios más atractivos, pero determinando el modo en que ello redundará en las inversiones necesarias para revertir el rojo balance energético del país. Ese, considerando las elevadas ganancias demostradas por algunas de las principales empresas petroleras que operan en el país, es por ahora el único balance negativo que muestra el sector.

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