Por Raúl Figueroa) En Chubut se extrajeron durante todo el año 2018 algo más de 54,1 millones de barriles de petróleo, lo que representa un crecimiento del 6% por sobre la producción del 2017, que había sido la más baja de la última década. En gas, la extracción se redujo en casi un 4% respecto del año anterior.
Se cumplieron en la provincia los pronósticos que auguraban un recupero en la producción de petróleo para el año pasado, a partir de la mayor cotización del petróleo en el mercado internacional durante gran parte del año recientemente terminado.
La producción estimada en base a los partes diarios en la provincia alcanzó alrededor de 8.607.000 metros cúbicos de petróleo, lo que resulta un notable incremento frente a los 8.140.680 metros cúbicos en los que había cerrado el 2017.
La diferencia positiva, de algo más de 2,9 millones de barriles, se explica por los incrementos en los planes de inversión que tuvieron las operadoras que se desempeñan en la provincia, lo que se espera sostener durante 2019, siempre que los precios del crudo coticen por encima de los 55 dólares por barril.
La meta de igualar a los años previos a la crisis de precios parece por ahora difícil de alcanzar: aun con el salto importante, los primeros pronósticos para el año en curso no avizoran crecer hasta el volumen alcanzado en el año 2016, con 55,3 millones de barriles, ni mucho menos a 2015, cuando la producción alcanzó la marca de casi 58 millones de barriles.
Sin embargo, el protagonismo de la cuenca del golfo San Jorge en lo que respecta a producción de petróleo sigue siendo importante, en particular en lo que respecta a Chubut, ya que la región sigue aportando el 50% del total de crudo que se produce en el país. Esto se mantiene incluso con el sesgo negativo de la producción en Santa Cruz, donde crece la producción de gas a partir de las áreas no convencionales de la cuenca Austral, pero en 2018 continuó retrocediendo en producción de petróleo.
Merma en gas
La producción de gas en la provincia mantuvo una curva negativa, en sintonía con los últimos años. En este caso, la disminución se explica no por razones internacionales, sino por incidencia de la política energética nacional.
Los precios de incentivo para la producción de gas en áreas no convencionales generan dos efectos marcados: la concentración de esfuerzos de producción en aquellos regiones que cuentan con shale gas, como Vaca Muerta en Neuquén o la cuenca Austral entre Tierra del Fuego y Santa Cruz. Al mismo tiempo, hay un excedente del fluido en épocas estivales que provoca hoy la posibilidad de exportar el gas producido en aquellas regiones, lo que opera como desincentivo para las áreas convencionales.
Durante 2018, Chubut produjo 3.310 millones de metros cúbicos de gas. Esto representa una merma de casi un 4% en relación al año 2017, quedando muy por debajo del 2015, con una retracción que supera el 7,5%.
Impacto positivo en las regalías
En lo que hace a regalías petroleras, los datos actualizados hasta el mes de octubre, con 352 millones de dólares, permitirían estimar que al final de 2018 se alcanzó un total del orden de los 420 millones de dólares en las arcas provinciales. El dato final podría variar, sin embargo, en algunos puntos menos, al considerar el impacto negativo de la caída de precios que acompañó al último bimestre del año. En cualquier caso, el cómputo final mostrará una suba importante con respecto al 2017, cuando el total fue de sólo 302 millones de dólares. Según analistas consultados para este informe de ADNSUR, la cifra final de 2018 podría rondar los 405 millones de dólares.
En la provincia se hicieron cálculos con fuertes ingresos por regalías para 2019. Si bien no se trató el proyecto de presupuesto, la previsión de recursos contabilizaba algo más de 20.700 millones de pesos en concepto de regalías hidrocarburíferas, lo que significa la tercera parte de los recursos previstos por la provincia.
El cálculo parecía muy optimista: tomando el tipo de cambio oficial de $40,10 por dólar, según el presupuesto nacional, significaría una recaudación superior a los 500 millones de dólares. Para llegar a esa cifra, sería necesario un promedio de U$$ 70 por barril y un aumento en la producción muy importante, que hoy no se avizora en más del 1% anual.
Hay, sin embargo, otra forma de llegar a la cifra proyectada: con un dólar a 50 pesos.
