Paradojas petroleras: ahora, el barril criollo perjudica a Chubut y beneficia a las refinadoras

 

Por Raúl Figueroa) El escenario petrolero sigue sumando complejidades que hacen difícil vislumbrar las puertas de salida a la crisis, o las condiciones de las cuales depende que haya algún grado de reactivación en el movimiento de equipos y sostenimiento de la actividad. Si hasta hace poco más de un mes el mercado se encaminaba hacia una alineación con el precio internacional, hoy la subsistencia del “barril criollo” durante un plazo que llega hasta mitad de año provoca más daños que beneficios: en efecto, con la cotización internacional del crudo Brent en torno a los 55 dólares, la fijación del Escalante en un valor decreciente hasta llegar a 47 dólares terminó por mejorar la ecuación económica del sector de refino –con aumentos de combustibles otorgados y por otorgar- y por desinflar aun más los ingresos provinciales,  poniendo techo a la posibilidad de elevar la producción.

En realidad, el problema puede enunciarse de modo más simple: ahora que el precio internacional subió, la cuenca San Jorge quedó ‘castigada’ con un precio mucho más bajo de su petróleo. En concreto, hoy a Chubut le conviene exportar la mayor parte de su producción, para venderla al valor internacional (“export-parity”), pero esto no es un tema opcional. Por ley, la producción debe cubrir primero la demanda del mercado interno y sólo el saldo remanente puede exportarse.
“El agravante –explica el ministro de Hidrocarburos de Chubut, Sergio Bohe- es que las grandes operadoras impulsaron un acuerdo, por el que se venden el total de su producción a la propia refinadora, como es el caso de YPF y de Axion (que forma parte de PAE) y buscan comprar el total a las no integradas (que producen petróleo pero no lo refinan)”. De ese modo, las compañías integradas mejoran su rentabilidad, al garantizarse el precio más bajo del barril de crudo, para vender el combustible a precios que ya subieron en enero de este año y que volverán a subir en abril próximo.
“Nosotros hicimos un planteo y al menos las operadoras no integradas dieron una muy buena respuesta, negándose a firmar ese acuerdo; fue el caso de Capsa, Tecpetrol,Enap y Sinopec (próxima a rescindir su contrato con la provincia), que evitaron comprometerse a vender el total de su producción a las principales operadoras”.

Habitualmente, Chubut exporta un 30% de su producción. Durante el año pasado, con precios internacionales bajos, fue necesario el aporte de un subsidio del Estado nacional para atenuar el impacto negativo de la crisis de precios, pero hoy el panorama es diferente. “Si sacrificamos la exportación de 20 millones de barriles, porque en lugar de exportarse se vuelcan al mercado interno, a la provincia le significa un costo importante –añade el ministro-. Con sólo 3 dólares de diferencia por debajo –dijo como ejemplo-, a la provincia le dejan de entrar 7 millones de dólares, que es el equivalente al 12% de regalías”.

En ese contexto, el funcionario provincial sostiene que el tema formará parte de la mesa de discusiones con Nación y operadoras que tendrá continuidad el próximo jueves, evaluándose además los planes de inversión y los objetivos de dichas inversiones por parte de las operadoras: “Si la perforación no puede recuperarse, veremos si con equipos de work over y otras tareas se puede mantener parte de la actividad, porque sabemos que por el lado del gas es muy difícil que nos reconozcan un precio similar al de la cuenca Neuquina, que tiene otros costos de extracción por tratarse de recursos no convencionales”.

 

 

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