Tarifas eléctricas: una discusión que urge sincerar

El desfase entre costo de generación de la energía eléctrica y las tarifas pagadas por los usuarios provoca una creciente asignación de recursos del tesoro nacional para partidas de subsidios que deben cubrir dicho déficit. Mientras el costo de generación es del orden de los 300 pesos por Megawatt hora, el valor promedio de las tarifas en el mercado mayorista es de 56 pesos. Frente a esta situación, la incógnita planteada por diversos analistas es hasta dónde se mantendrá la política de subsidio sin que el Estado sufra el desfinanciamiento en otras áreas sensibles de su funcionamiento.

 El licenciado Javier Gallo Mendoza, quien se desempeña como vocal de la Fundación “Patagonia Tercer Milenio” y realizó recientemente una presentación en torno a la oferta energética y la estructura tarifaria ante trabajadores del Sindicato Regional Luz y Fuerza de la Patagonia (durante la asamblea de delegados realizada en Puerto Madryn), explica cuáles son los alcances de la situación que el país deberá afrontar en el corto plazo, en procura de hallar un mecanismo de adecuación tarifaria, tratando de atenuar el impacto sobre los sectores más vulnerables:

“Hay tres componentes: primero un reacomodo de precios es inevitable, habrá que explicarlo a la comunidad, pero es una discusión que debemos dar. La gente tiene que entender que todo ha subido de precio, menos la energía y esto se ha debido a una decisión política del gobierno nacional para alentar la demanda y la producción. Hoy ese objetivo está cumplido y es tiempo de adecuar las tarifas”.

Vale recordar que dicha decisión política implica la asignación de recursos económicos para cubrir el déficit entre el costo real de generación y lo que pagan los usuarios –residenciales e industriales- por el servicio.

“Es decir que la gente paga igualmente la diferencia, a través de otras vías, como el pago de impuestos”, advierte el analista.

“En segundo lugar, hay que trabajar en políticas de uso racional de la energía –añade en su explicación-. También es cierto que con este precio de energía la gente ha incrementado su consumo, y hay una parte que si corrigiera esa conducta, aun con un incremento de precios la repercusión no sería directa, porque la compensaría con un consumo racional”.

En efecto, la referencia está dada sobre el hecho de que las tarifas desfasadas del costo real han provocado un uso ineficiente de la energía (algo que ocurre tanto en electricidad como en gas, que a su vez es uno de los principales insumos para la generación eléctrica).

Diversificación de fuentes energéticas

 El tercer elemento está ligado a la sustitución de fuentes de energía: “Si tuviéramos más fuentes eólicas o de generación hidroeléctrica, que tiene un menor costo que la generación a través de gasoil, la necesidad del reajuste sería menor. Como dijimos, la ecuación tiene tres variables: una es el precio, que tiene que crecer; la otra está dada por el uso racional de la energía, lo cual impediría que el aumento de precios impacte directamente; y la tercera es el reemplazo de las fuentes de generación. Hay que salir de la trampa de los hidrocarburos, generando con fuentes más baratas, porque eso va a atenuar también la necesidad del aumento de precios”.

La creciente demanda de energía eléctrica ha provocado el aumento sostenido de la necesidad de subsidios por parte del Estado nacional, a fin de sostener las tarifas. Así en 2009 el monto de subsidios destinado al mercado mayorista eléctrico fue de 15.000 millones de pesos; en 2010 ascendió a 18.000 y para 2011 se proyecta en el presupuesto alrededor de 20.000 millones de pesos.

Al preguntársele si la generación eólica es posible con las actuales tarifas, considerando que éstas tampoco harían viables los proyectos de esas características por no permitir amortizar la inversión necesaria, respondió:

“No resulta extraño que sea el Estado que, a través de Enarsa, está licitando parques eólicos, porque al generar con eólica va a pagar 130 dólares por Mw/h, mientras que hoy la generación con gasoil cuesta 280 dólares”

Según se desprende de la respuesta, con las fuentes eólicas el Estado seguirá subsidiando, pero de todos modos será un aporte menor al que realiza en la actualidad. Como dato ilustrativo, sólo en el mes de septiembre el déficit ascendió a 1.300 millones de pesos.

Las granjas eólicas recientemente licitadas por Enarsa, ubicadas en el norte de Chubut, significan una posibilidad concreta para empezar a incorporar energía limpia a la matriz energética nacional, con 300 Megawatts en las regiones de Rawson y Puerto Madryn.

La magnitud es importante, pero la necesidad es todavía superior: el sistema energético nacional tiene 25.000 Mw de capacidad instalada, de los cuales están disponibles sólo 19.000, por obsolescencia del resto de los equipos. Se espera la incorporación de 800 Mw de generadores turbo vapor antes del próximo invierno, pero la creciente demanda requiere de similares incorporaciones con frecuencia anual.

 Costos y referencias

 Otro indicador presentado por Gallo Mendoza estuvo dado en torno a los valores ínfimos en que hoy se paga la energía en el país y el crecimiento de precios de otros servicios desde el año 2001 en adelante. Por caso presentó ejemplos de tarifas residenciales para Capital y Buenos Aires, donde un usuario común paga montos del orden de 80 centavos por día, lo que es claramente inferior a la evolución de precios de otros elementos, tales  como una lata de gaseosa o los servicios de televisión; para nombrar un ejemplo vinculado al caso, un paquete de velas vale 6 pesos.

El embudo energético del país tiene otro grave componente: mientras el gas ya es insuficiente para abastecer la demanda para generación eléctrica, el costo de generar con fuell oil es de 7 veces más, mientras que el uso de gasoil en turbinas representa 9 veces más. Sólo el carbón mantiene una proporción no tan alejada de los costos actuales de generación con gas, por lo que sería necesario evaluar la posibilidad de introducir técnicas para la gasificación del carbón.

El analista también confió en que los proyectos hidroeléctricos que el gobierno nacional impulsa en la provincia de Santa Cruz llegarán a sumar soluciones al referido aumento de la demanda.

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