Por Raúl Figueroa) La provincia de Chubut apuesta buena parte de sus fichas petroleras a una reconversión productiva que apunta a transformar el crudo Escalante en fuel oil, un combustible aprovechable por usinas generadoras de energía eléctrica, cuyo valor en el mercado nacional hoy representa un negocio de alta rentabilidad. Con ese objetivo, la provincia se presentará en la licitación pública convocada por CAMMESA (Compañía Administradora del Mercado Mayorista Eléctrico), que el próximo 9 de mayo abrirá ofertas para la compra de 1 millón de toneladas de este combustible.
Así lo confirmó a Suplemento Desarrollo el ministro de Hidrocarburos de la provincia, Sergio Bohe, quien reiteró la clave estratégica por la que se busca “dejar de vender petróleo barato al mercado externo, para vender un producto con agregado de valor al mercado interno, a un precio muy superior”.
La refinación de petróleo Escalante y su posterior transformación en combustible para alimentar turbinas de generación eléctrica tiene una doble finalidad: reducir –o eliminar, si fuera posible- el excedente de alrededor de 7.000 metros cúbicos diarios (unos 44.000 barriles), que hoy se venden al mercado externo a un precio que no supera los 40 dólares por barril, con un creciente costo fiscal. Es que el subsidio de 10 dólares por cada barril exportado insumirá a la provincia alrededor de 420 millones de pesos si se mantiene constante a lo largo del año, mientras que Nación debería completar otros 1.400 millones de pesos, ya que aportan 2,5 y 7,5 dólares por barril, respectivamente, cada uno de los Estados.
Paralelamente, el segundo efecto positivo de esa colocación sería la posibilidad de lograr un mayor precio para cada barril, lo que se transformaría en un incentivo para recuperar los estándares de producción. Así, desde la perspectiva de los recursos provinciales, se podría compensar la pérdida de regalías petroleras por la generación de mayores regalías eléctricas.
Según el informe elaborado por el Ministerio de Hidrocarburos, el reconocimiento del mayor precio del gas y el reciente incremento de las tarifas eléctricas en el mercado mayorista direccionan el negocio energético hacia la producción de electricidad.
Así, con un barril de petróleo equivalente (sumando petróleo y gas) a valor de 30 dólares, el costo para transformarlo en electricidad (es decir, convirtiendo al petróleo en fuel oil para abastecer las turbinas de generación) sería de 26 dólares por Megawatts generado, que a su vez tendría un valor de reventa de 55 dólares. Es decir, más del doble del costo de generación.
Desde esa perspectiva, la provincia de Chubut apunta a insertarse como un jugador de importancia en el mercado eléctrico, tanto en la generación como en la distribución: por ello se solicitó apoyo al gobierno nacional, para construir una línea de 132 kilovolts, a fin de unir Pico Truncado con Comodoro Rivadavia, de manera de integrar a esta ciudad al sistema interconectado nacional.
Así, la puerta de salida para la región pasaría por la reconversión productiva, considerando que el gobierno nacional avanza hacia liberar el mercado petrolero al influjo del mercado internacional: en otras palabras, el año próximo no habría más subsidios y la producción petrolera estaría determinada por el pleno impacto de los precios internacionales. De allí que se apunta a la generación de electricidad y producción de gas, mientras que el petróleo tendría un nuevo rol como insumo para su transformación en fuel oil.
La participación en la licitación convocada por CAMMESA será por ello una primera prueba para medir las posibilidades reales de esa reconversión productiva, considerando además que cada barril de crudo tiene un 80% de rendimiento para su conversión, mientras que el combustible debería garantizar el abastecimiento de centrales eléctricas durante al menos un año, con perspectivas a tener continuidad en la medida que la demanda energética continúe creciendo en forma sostenida en el país.
