Según un informe elaborado por El Inversor Online, habría 8.300 puestos de trabajo en riesgo dentro de la industria petrolera del país, en tanto se apuntaría a una reducción de algo más del 10% del total de los 70.000 trabajadores que hoy se desempeñan en todos los yacimientos del país. La publicación cita un plan de YPF para reducir entre 2.000 y 2.500 empleos, a lo que se suma el planteo de la CEOPE para incluir en el Procedimiento Preventivo de Crisis a alrededor de 5.000 operarios en distintos puntos del país, lo que implicaría un procedimiento que evite temporalmente despidos, reduciendo jornadas de trabajo y pagando salarios básicos.
La publicación avanza en evaluar detalles puntuales de las principales operadoras. Para el caso de YPF, por ejemplo, señala que la petrolera cuenta hoy con 22.000 trabajadores. “El recorte ya está en marcha. El área de RRHH eligió dos vías para materializarlo: se jubilará a buena parte de los empleados que estén en edad para hacerlo y se negociará una salida ordenada con aquellos empleados de baja performance. En la práctica, el ajuste atravesará transversalmente todas las áreas de la compañía: desde la estructura gerencial y administrativa con base en Buenos Aires hasta los trabajadores de campos de las distintas unidades regionales”.
Añade que el reordenamiento se debe a la anunciada decisión de recortar un 25% el plan de inversiones previsto para el año 2016, bajando dicha previsión desde 6.000 a 4.500 millones de dólares, lo que motiva un plan de adecuación de toda la estructura operativa. Así, puso en marcha un plan de readecuación para reducir entre un 10% y un 15% su personal en los próximos meses. “Serán, como mínimo, alrededor de 2000 empleos menos. Pero la cifra podría trepar hasta las 2500 personas si las condiciones de mercado empeoran”, agrega el informe.
A ello se suma la etapa de cambios que atraviesa la compañía, con la salida de Miguel Galuccio y la asunción de nuevas autoridades, prevista para la asamblea del próximo 29 de abril.
“La realidad de YPF se hace extensiva a la mayoría de las empresas de la industria. Es el caso, por ejemplo, de Pan American Energy (PAE), la segunda petrolera del mercado y una de las más afectadas por el derrumbe del precio internacional del petróleo (exporta un 40% de su producción). La compañía -controlada por BP, CNOOC y la familia Bulgheroni- puso en marcha un recorte de su plantilla en alrededor de 600 trabajadores. Tecpetrol, brazo petrolero del grupo Techint, hizo lo propio: ya dio de baja a más de 300 personas”. (Fuente: El Inversor Online).
El parate del petróleo afecta el consumo y el empleo
La crisis de petróleo amenaza con dejar graves heridas sociales y económicas en las provincias productoras de la Patagonia. Con un barril que no logra escalar mucho más allá de los US$ 40, las principales empresas del sector comenzaron a fines del 2015 un fuerte recorte de gastos que tuvo un efecto dominó sobre el resto de las empresas de servicios y comercios en Neuquén, Chubut, Santa Cruz y parte de Río Negro y La Pampa. Se estima que en todo el sur las compañías mantienen a unos 6.000 operarios entre un sistema de suspensión laboral y otro de rotación horaria, dos alternativas que ofrecen salarios restringidos. Otros 1.500 fueron directamente despedidos por las empresas de servicios que no podían contenerlos. En este contexto se evidencian en la región marcadas caídas en el consumo. En Añelo, conocida como la Capital de Vaca Muerta, hoy sus autoridades le piden a la gente que no se mude a la localidad puesto que no hay trabajo ni estructura social para satisfacer sus expectativas. En la zona se dieron de baja 20 equipos de perforación afectando a unos 2.000 trabajadores. YPF anunció que en 2016 achicará su inversión en un 25%. En Chubut, donde en febrero la empresas firmaron un acuerdo alentado por la Nación para sostener hasta julio los sueldos y fuentes de trabajo, todavía se mantienen 35 equipos parados. El gremio petrolero en Neuquén, indica que la provincia tiene a más de 2.000 suspendidos y a unas 1000 personas en horarios rotativos. Una vez cada 15 días grupos de desocupados cortan las rutas que conectan Neuquén con Añelo. Según indicaron a Clarín empleados petroleros, los trabajadores que funcionan bajo el sistema de rotación de horarios han visto muy lastimados sus ingresos. Las empresas los condicionan a trabajar entre 7 y 10 días al mes, en horarios de 6 a 8 horas, y reciben una fracción de su antigua mensualidad. Bajo esta forma un operario, que el año pasado ganaba $ 35.000, hoy recibe $ 7.000 de básico, más las horas rotativas (y escasas) que pueda desempeñar, haciendo un total que no supera los $ 12.000 por mes. Los sueldos más afectados son los de los perforadores quienes ganaban a partir de los 40 mil pesos mensuales y que con horas extras y las llamadas horas “taxi” (momentos de transición entre la casa y los pozos) podían tocar los 100.000 pesos por mes”. (Fuente: Clarín).
Riesgos de la inversión en energías alternativas
En los dos últimos años, Uruguay -el país campeón latinoamericano en energía eólica- perdió $63 millones anuales por comprar el MWh eólico a $70 y tener que revenderlo a $7. En el año 2010 Uruguay trazó una política energética para los siguientes 20 años, en el que se establecía como meta la incorporación de 300 MW de energía eólica. Con el precio del petróleo por las nubes, la estatal y monopólica distribuidora de electricidad UTE, procedió a firmar contratos por 20 años con proveedores de electricidad generada con viento, con tal éxito que ya en el 2015 los parques eólicos en funcionamiento proveían 844 MW y, contabilizando lo que proveerán los que están en construcción, a finales del 2016 la potencia eólica instalada llegará a 1.500 MW. El éxito del programa eólico uruguayo fue difundido urbi et orbi, como un ejemplo inspirador de política energética con vocación ambientalista.
Sin embargo, la caída en el precio del petróleo arruinó la fiesta, y hoy Uruguay tiene un excedente del 10% en capacidad de generación. Los embalses de las hidroeléctricas están rebosantes, pese a la sequía del 2015, y los excedentes de electricidad deben malvenderse, cuando esto es posible, a los vecinos Argentina y Brasil, a precios ruinosos, mientras que se debe hacer honor a los contratos con las generadoras eólicas, a $70 el MWh. Por 20 años más… (Fuente: América Data-Matriz Energética).
Pampa Energía construirá parques eólicos por 200 Mw en la provincia de Buenos Aires
Pampa Energía, la mayor empresa eléctrica de Argentina (ex socia de Chubut en el proyecto Ingentis), construirá parques eólicos por 200 Mw en las cercanías a Bahía Blanca, al sur de la provincia de Buenos Aires. Así lo confirmó esta semana el accionista controlante de la compañía, Marcelo Mindlin, en una entrevista con el diario Perfil. La inversión de Pampa será de 400 millones de dólares y tiene el objetivo de posicionar a la empresa en, palabras de Mindlin, “uno de los principales actores en el sector de energías renovables”. La elección de la provincia de Buenos Aires como destino de la inversión responde a diversos factores: la cercanía con el puerto de Bahía Blanca, que abarata los costos de logística y transporte; la ubicación estratégica de la provincia de Buenos Aires con respecto a zonas más alejadas como la Patagonia; y las cuestiones climáticas, que permiten trabajar todo el año con una red de servicios bastante amplia y nuevamente ventajosa frente a otras regiones. Por último, son claves la existencia de redes eléctricas de media tensión, que permiten construir el parque y conectarse al sistema interconectado nacional; y la potencia de los vientos de la zona.