El debate sobre YPF se metió en la médula de la campaña

Por Raúl Figueroa) El debate sobre el futuro de YPF y su forma de administración actual fue uno de los ejes que cobró visibilidad en la campaña electoral, de cara a la segunda vuelta que se concretará el domingo 22 de noviembre para elegir al próximo Presidente de la Nación. En ese marco, el director por Chubut ante el directorio nacional de YPF, Jorge Gil, respondió a apreciaciones públicas formuladas por Juan José Aranguren, quien había cuestionado las tasas de financiamiento de la petrolera nacionalizada. El ex titular de Shell y uno de los consultores de Mauricio Macri había señalado que la compañía se financia a costos exorbitantes, al indicar que toma créditos a tasas del 9% anual en dólares.

Tras aclarar que habla en base a información pública y no en divulgación de informes confidenciales de la compañía, Gil planteó en diálogo con el programa Actualidad 2.0 (por Radio Del Mar Comodoro Rivadavia 98,7 Mhz) que los dichos de Aranguren son “totalmente inexactos: el costo promedio ponderado de las obligaciones negociables colocadas en el país y el extranjero no supera el 8% anual, es más: algunas colocaciones, en el segundo semestre de 2014, fueron del orden de 2% o en el año 2013, al orden del 1,29%, por lo que esa apreciación sobre el endeudamiento de YPF es absolutamente falaz. El costo financiero de la deuda de YPF es menor al de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires”, comparó.
En ese plano, diferenció la óptica de Aranguren, por su experiencia en una compañía refinadora sin producción de petróleo y gas en el país: “la opinión de este señor está sesgada por la defensa de la estructura de negocios de Shell, ya que a estas compañías no les conviene producir ni correr riesgos cuando los precios internacionales son bajos. Por otro lado –añadió- YPF ha tenido una inversión 149 mil millones de dólares y un aumento en el pasivo de 133 millones de dólares, lo cual indica que todo el endeudamiento se invirtió y una buena parte de las utilidades obtenidas en la gestión de 2012 a 2015, ha sido reinvertida en equipos de perforación, mejoras tecnológicas en destilería de La Plata y en Vaca Muerta”.
De cualquier modo, se le consultó a Gil si la tasa del 8,03% promedio que él detalló como promedio entre 2012 y 2015, no hay tanta diferencia con los dichos de Aranguren al criticar el 9%, señaló: “Un punto de diferencia en tasas internacionales es muchísimo, pero además reitero que este costo es menor al costo financiero que toma la Ciudad de Buenos Aires. Además, las tasas que paga la empresa carga con el ‘riesgo país’, que es un castigo para el país que se liberó del endeudamiento del FMI. Las empresas salen sabiendo que pagarán una sobre tasa por el desendeudamiento, pero gracias a éste una empresa como YPF puede tener un mercado en crecimiento porque hay más demanda de vehículos, de combustibles y de calidad de combustible. Es totalmente engañoso y acientífico situarse sólo en uno de los aspectos del funcionamiento de la empresa”, ponderó, para mencionar el aumento de la producción de petróleo y la calidad de las naftas de YPF a partir de la nacionalización. “Admito ciertas cosas: YPF tiene un mayor nivel de endeudamiento, pero esto redituó en aumento de equipos de perforación, que pasó de 25 a 74, o 2.800 millones de dólares en destilería o 3.200 en Vaca Muerta, delineando un país que apunte a la soberanía energética: porque pese a lo que dice Aranguren, la soberanía es una política económica (no sólo una cuestión ideológica) que apunta a garantizar que la matriz energética sea manejada por intereses nacionales. Ahora bien: podemos discutir sobre la eficiencia: YPF hoy tiene el mismo apalancamiento que el promedio de las primeras 15 empresas del mundo en petróleo; ahora si lo compara con Exon, ésta tiene una relación de flujo de fondos muy superior, porque son empresas que representan el corazón del sistema de acumulación capitalista. Esas empresas tienen sobrante de efectivo, hoy no tienen horizonte de inversión porque ha bajado el precio de sus productos, pueden decidir volcarse a otros negocios o actividad”.
En ese plano, añadió, “lo que hizo el país en estos 3 años es invertir lo que antes se llevaban los capitales extranjeros a la Bolsa de Madrid, esto es algo concreto y no hay magia, lo que se ha hecho es redistribuir los fondos y aplicarlos en el país, lo que es propio del concepto de soberanía”.

Comparación con Petro Perú

Aranguren también había mencionado en sus críticas la situación de Perú, que obtiene tasas del 2% anual en dólares, para denostar la administración de YPF. Al respecto, Gil señaló que “Petro Perú se está endeudando a tasas más baratas, lo cual es cierto, pero las consigue en función de que se obliga a vender el 49% de la empresa y a que el Estado peruano asuma como garantía por 1.000 millones de dólares del endeudamiento que asume la empresa; es decir, la tasa está fuera de mercado y se basa en la subvaluación de las acciones de Petro Perú, que le permite al capitalismo financiero norteamericano adueñarse del 49% de la empresa de petrolera peruana a valores que van a ser ínfimos respecto del valor real de la empresa”.
Otro de los dichos de Aranguren es que el auto abastecimiento energético no es relevante, en tanto se le puede continuar comprando gas a Bolivia, que tiene excedentes. Incluso en la industria hay quienes plantean que si el costo de extraer gas en Vaca Muerta es más alto que seguir importando el fluido, convendría más esta última opción. Al respecto, opinó el representante chubutense ante YPF:
“Es cierto, se puede prescindir totalmente de la producción nacional. Ahora, dígame qué hacer con la mano de obra del país; usted puede decir ‘como el petróleo está tan barato en el mercado internacional, dejemos de invertir en exploración, en perforación, en el shale, en la formación D-129, en el golfo San Jorge’. El tema en la economía no son sólo los números financieros, sino los socio-económicos, es decir preservar los intereses sociales que implica toda decisión económica, porque las decisiones afectan la vida y el trabajo de millones de personas. Usted puede decir ‘no voy a producir gas y se lo compro a Bolivia, no compro petróleo y se lo compro a Arabia Saudita’. El tema es el impacto que genera esto en la estructura socio económica del país”.

Fallo de la Corte sobre YPF-Chevron

Sobre el fallo la de corte suprema de justicia que obliga a hacer público el contrato entre YPF y Chevrón, Gil  indicó que “como ciudadano soy partícipe de que las cuestiones públicas deben ser transparentes, como concepción ideológica respecto de la búsqueda de la verdad e identificación de los intereses de los distintos actores”.
Pero advirtió: “si la firma de YPF con Chrevron hubiera sido de PAE con Chevron en las mismas condiciones, nada hubiera pasado. En todos los contratos de estas características hay cuestiones tecnológicas y estratégicas de los grupos empresarios que no se da a conocer. Desde el punto de vista comercial, YPF se ve perjudicada y afectada en su desarrollo a futuro, lo que alimenta argumentos de ineficiencia de la compañía. La próxima vez le cargan 1 ó 2 puntos más y surgen de nuevo los argumentos para privatizarlas. Por eso digo que siendo defensor a ultranza del principio de transparencia, en este modelo de YPF pienso que tiene que privar el mismo comportamiento de los competidores de YPF. Si no, que Aranguren también publique los contratos de Shell”.

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