Por Raúl Figueroa) ENAP Sipetrol, que opera el área Pampa del Castillo-La Guitarra en la provincia de Chubut, es otra de las compañías que se dispone a retomar las negociaciones con el gobierno provincial para acordar condiciones para la prórroga, ya que la concesión vence en octubre de 2016. La firma de controlada por el Estado de Chile extrae actualmente 770 metros cúbicos por día de petróleo, contándose entre sus hitos el haber podido sostener ese piso y frenar el declino, aun cuando lleva algo más de 15 meses sin perforar debido a que el escaso horizonte de contrato hace inviable el recupero de inversiones. No obstante, directivos expresan su confianza en poder acordar la continuidad de la explotación.
Suplemento Desarrollo pudo dialogar en forma extraoficial con ejecutivos de la compañía, para conocer aspectos de la operación actual y avances en el diálogo por la prórroga de la concesión ya que, junto a Sinopec y Capsa, integra el último grupo de empresas para resolver la continuidad de sus operaciones, ante la proximidad del vencimiento de sus contratos. Al respecto pudo saberse que si bien en varias etapas hubo acercamientos para establecer condiciones para la renegociación, tanto en el gobierno anterior como en el actual, la última vez que se habían encauzado tales diálogos (al amparo de la nueva ley de Hidrocarburos de la provincia), todo quedó en un compás de espera debido al reciente cambio de gobierno en Chile, ya que se trata de una compañía conducida por el Estado del vecino país. Con el nuevo marco institucional establecido, se aguarda que las conversaciones puedan retomarse antes de finalizar el año, considerando que el actual contrato de concesión caducará dentro de dos años.
Freno al declino en base a tareas de work-over
La operación de Enap Sipetrol se encuentra actualmente estabilizada en el orden de los 770 metros cúbicos por día de petróleo, en tanto opera una de las áreas más chicas y de menor productividad de la provincia (la principal es Cerro Dragón, con 13.500 m.3/d en la actualidad). En ese contexto, un hecho valorado por la operadora es haber logrado frenar la curva de declino (que venía retrocediendo a un ritmo de 10% anual), pese a que desde hace algo más de un año no ha realizado nuevas perforaciones, ya que “en base a inversiones en work over hemos cambiado el paradigma y logramos estabilizar la producción –contaron fuentes de la operadora-; hoy estamos en un equilibrio, donde logramos frenar la caída y sostener la extracción, basada un 60% en recuperación secundaria”. En ese plano, se advierten también las dificultades para avanzar en proyectos de recuperación terciaria, para la cual no se ha logrado dar con el tipo de polímeros que resulte estable en las condiciones del tipo de yacimientos de la zona, más allá de que se avanza en estudios e investigaciones junto a otras operadoras. Otras opciones, como la exploración en D-129, con pozos a 3.800 ó 4.200 metros de profundidad, no resultan tampoco viables en las actuales condiciones, ni aun bajo el sistema de incentivos que busca establecerse por la nueva ley de hidrocarburos. Tratándose de un área que entrega producción que contiene 98% de agua (es decir, de cada 100 barriles extraídos, sólo 2 son de petróleo), el conocimiento es uno de los principales incentivos para continuar la operación, ya que se cuenta un know-how adquirido de Pérez Companc y la YPF estatal, predecesoras en la operación del activo.
Objetivos en el gas de la cuenca Austral
La inversión actual es del orden de entre 40 y 50 millones de dólares por año, en una superficie total de 122 kilómetros cuadrados, quedando por fuera de los incentivos que busca establecer la nueva ley, que establece áreas mínimas de 250 kilómetros cuadrados. No obstante, la compañía apuesta a continuar con la operación, considerando que también tiene participación societaria en áreas Campamento Central-Cañadón Perdido, operada por YPF. ENAP Sipetrol es además operadora de un área marítima en la Cuenca Austral, también en sociedad con la petrolera nacionalizada argentina, donde actualmente extrae 2,4 millones de metros cúbicos de gas y está desarrollando proyectos para alcanzar los 4 millones diarios, resultando dicho incremento un objetivo estratégico para el país, que necesita achicar un déficit de gas del orden de los 20 millones de cúbicos por día. El nuevo gobierno chileno y la cercanía ideológica con el actual gobierno argentino hacen pensar a los ejecutivos que las nuevas metas podrían acordarse para avanzar en proyectos comunes, tendientes a cubrir requerimientos energéticos en ambos países.
