Para qué

Por la proyección establecida, a Comodoro habrán ingresado al finalizar el año más de 300 millones de pesos adicionales, mientras que en lo sucesivo el ingreso adicional anual dependerá de la producción y precios de liquidación de las regalías hidrocarburíferas, pero los analistas estiman que el flujo se mantendrá en una proporción similar, equivalente al 30% del presupuesto total anual y duplicando el ingreso habitual de regalías, previo a la ley hidrocarburífera provincial. La primera pregunta que surge es qué se hará con estos fondos, que deben asignarse a obras de infraestructura. Si bien ya se han anunciado desde el municipio diversas obras de pavimentación, el tema parece requerir de una cuidadosa planificación para que a futuro se garantice que estos flujos cubran aquellas necesidades puntuales –de las múltiples que presenta la ciudad- y queden a resguardo de usos políticos o manejos vinculados a obras públicas de baja calidad o escasa incidencia en los problemas de fondo. Para dimensionar la magnitud del ingreso, vale recordar que la obra de repotenciación del acueducto, que depende de fondos de Nación, tuvo un valor inicial de 340 millones de pesos (una obra que llega tarde y a “cuenta gotas”, pese a las loas rendidas a los supuestos beneficios del alineamiento entre Provincia y Municipio con Nación: ni qué hablar de los 2.000 millones de pesos cedidos por Chubut en los últimos 10 años a cambio de sostener los precios internos para el gas y petróleo). Es decir, a la ciudad le entrará casi “un acueducto por año”… sería trágico –o tristemente cómico- que en un par de años sigamos hablando de que a la cuna del petróleo le falta agua.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *