Recursos no convencionales: se requiere inversión de 16.000 millones de dólares anuales

Por Raúl Figueroa) Un medular documento de trabajo elaborado por el Departamento de Economía Energética de la Fundación Bariloche (*), titulado “Shale Oil y Shale Gas en Argentina. Estado de situación y prospectiva”, elaborado por el ingeniero Nicolás Di Sbroiavacca, establece que la Argentina necesitará invertir no menos de 200.000 millones de dólares desde el año 2013 hasta el 2030, a fin de aprovechar el potencial existente en sus cuencas y recuperar el auto abastecimiento energético. Mientras el país destinará este año 16.000 millones de dólares a la importación de gas y otros combustibles faltantes, la misma cifra de inversión anual podría significar la respuesta al déficit energético, que crece año a año.

Entre las principales conclusiones, el trabajo plantea que el desarrollo de los recursos no convencionales en el país es factible, pero para ello se requiere de más información basada en datos locales, a fin de ajustar las estimaciones sobre volúmenes de hidrocarburos recuperables, como también sobre productividad inicial de los pozos, lasas tasas de extracción y declinación, las producciones de agua por pozo, los posibles impactos ambientales, etc, “permitiendo así generar un mayor conocimiento sobre el manejo de este recurso y, a partir de ello, adaptar y /o diseñar marco regulatorios y de promoción que propicien el desarrollo del shale”.
E documento –que se presentó en el mes de agosto en un congreso organizado por el Instituto de la Energía General Mosconi- plantea que los plazos para alcanzar los objetivos mencionados deben preverse en términos no menores a entre 5 y 10 años, con una proyección abierta hasta no tener resultados tangibles en la exploración y eventual explotación.
Al mismo tiempo, el trabajo de la Fundación Bariloche pone énfasis en el rol que debería asumir YPF, no sólo incursionando en el shale, sino también avanzando en la exploración de cuencas conocidas y de las demás que aún no están en producción (de 19, sólo 5 están activas en el país). “Debería demás implementar mejoras productivas tendientes a incrementar la tasa de recuperación de los pozos actualmente en producción, reactivar la explotación secundaria y terciaria (de donde provendrán buena parte de los recursos convencionales aún no explotados) e incursionar en la exploración/explotación de hidrocarburos en el exterior a fin de aprovisionar con petróleo o gas producido fuera del país los faltantes de oferta”.

Estimación de inversiones

Tales medidas permitirían atenuar el impacto sobre la balanza de pagos hasta el año 2020, momento en que se recuperaría el auto abastecimiento del país, tanto en gas como en petróleo, de acuerdo con el escenario sugerido. El trabajo advierte que para llegar a ese objetivo y mantenerlo, se deberían invertir desde hoy hasta el año 2030 unos 200.0000 millones de dólares (140.000 millones para el caso de petróleo el resto para gas natural).
En el análisis se advierte que el déficit no podrá superarse antes del año 2021, ya que en se período habrá un faltante acumulado de 110.000 millones de metros cúbicos, equivalente a 33 millones de metros cúbicos por día (que es la cifra que hoy debe importar diariamente el país para satisfacer su demanda).
Para llegar al auto abastecimiento, el documento establece que se necesitará una inversión de 16.000 millones de dólares por año. La cifra no es inalcanzable, si se observa que es el mismo monto que el país deberá destinar a lo largo de 2013 para la importación de combustibles faltantes, principalmente gas natural. Ese valor triplica la inversión realizada en el upstream argentino en los últimos dos años (5.200 millones de dólares en 2011 y  4.500 millones de dólares en 2012,  lo que se destinó a perforar alrededor de 1.000 pozos por año.
Tal como se informó en edición anterior, en base al mismo informe de referencia, la cuenca del golfo San Jorge ocupa el segundo lugar en materia de recursos no convencionales: los recursos de gas in situ en las formaciones  Aguada Bandera y Pozo D-129 se ubican en el orden de los 438 TCF (11.831 miles de millones de metros cúbicos). De este valor, dice el informe, los recursos no probados técnicamente recuperables (estimados con un factor de recuperación del 20%), darían un total de 86 TCF (2.322 miles de millones de metros cúbicos), equivalente a 7,2 veces las reservas probadas actuales de gas del país

Ahorro energético

“Además de estas medidas –advierte el documento- deberían implementarse otras, desde el punto de vista de la demanda. En ese sentido, el Estado debería tener una actitud proactiva en el campo de la eficiencia energética (poniendo en marcha en forma masiva y sostenida en el tiempo, programas como el PRONURE o iniciativas concretas orientadas a disminuir los consumos específicos del sector transporte o promoviendo el uso de medios de transporte masivo o impulsando el uso del ferrocarril en el transporte de cargas). En todos estos casos se deberían establecer metas e indicadores de perfomance. Debería además promoverse la sustitución energética, tanto en la demanda final de energía (a través de la penetración de renovables en usos calóricos, por ejemplo) como de la oferta (con una mayor participación de la hidro energía, la energía nuclear y de las renovables y creando conciencia en la ciudadanía sobre la importancia de la energía, creando campañas y planes que fomenten el uso racional”.
(*) Documento de trabajo agosto 2013. Fundación Bariloche ©.

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