Conflictos: la cuenca ya perdió más de 1.100 millones de pesos

Los efectos del prolongado conflicto en la provincia de Santa Cruz, al que se han sumado medidas de fuerza de diversa índole también en Chubut, ha comenzado a repercutir en distintos ámbitos a partir de las pérdidas acumuladas para la economía regional, pero además también se han advertido dificultades en el abastecimiento de combustibles en algunos puntos del país, producto de que las destilerías de YPF no están trabajando –por recibir menos petróleo del necesario- al pleno de su capacidad. Los impactos económicos ascienden a 224 y 34 millones de dólares, en una y otra provincia de la cuenca, respectivamente. Las pérdidas para las pymes regionales suman unos 56 millones de dólares en toda la cuenca. Y los Estados provinciales dejaron de percibir, entre ambos, 26 millones de dólares por regalías.
Según estimaron fuentes oficiosas de la petrolera, en Santa Cruz las pérdidas por producción de petróleo crudo suman 198 millones de dólares. A ello se suman 22 millones de dólares por regalías, lo que asciende a un monto global de 220 millones.

Dentro de esa masa está contenido lo que correspondería a certificaciones por servicios no prestados por parte de las contratistas: para éstas, las pérdidas por días caídos ascenderían a una cifra del orden de los 48 millones de dólares, considerando los meses de abril y mayo.
En Chubut, si bien no de forma prolongada, hubo también pérdidas por conflictividad en las últimas semanas. En este caso, las mismas ascienden a 30 millones de dólares en concepto de petróleo no extraído, mientras que la provincia habría dejado de percibir regalías por un monto de 4 millones de dólares. En este punto, vale recordar que el ingreso mensual por este concepto para Chubut había sido de 34,2 millones de dólares en enero; 33,8 en febrero; y 41,9 en marzo, según datos de la Secretaría de Energía de la Nación.
Dentro de la pérdida por producción se incluyen también alrededor de 8 millones de dólares, equivalentes a lo que dejaron de facturar las pymes regionales. De este modo, contando la conflictividad a ambos lados de la cuenca, las pérdidas ascienden a unos 258 millones de dólares. Y si se suman las regalías, el total es de unos 284 millones de dólares. Es decir, más de 1.100 millones de pesos, sólo contabilizando los impactos causados por la paralización de la principal operadora del país.

Menos pozos, baja de equipos y reducción de servicios

Un sondeo en ámbitos de organismos técnicos permite conocer también otros indicadores de la afectación de la cuenca por el factor de conflictividad, el que lejos de poderse atenuarse (tal como lo anunció a fines del año pasado el gobierno nacional, que convocó a una especie de “mesa de concertación” que sólo quedó en el enunciado) parece haberse agravado en esta primera parte del año 2011.
De acuerdo con las proyecciones para el corriente año, YPF tenía previsto perforar en Santa Cruz unos 288 pozos, pero la paralización registrada hasta el presente permitiría proyectar una pérdida del 30 por ciento, es decir que si la actividad se retomara hoy, podría realizar sólo 200 pozos. Ello implicaría que la producción de petróleo será un 17 por ciento inferior a la proyectada y la de gas, un 19 por ciento menos. Todo lo cual significa que dejarían de invertirse unos 422 millones de dólares.
En Chubut, en tanto, se proyectaba perforar unos 237 pozos (entre desarrollo, avanzada e inyectores), pero a causa de los conflictos del mes de mayo (protagonizados por vigiladores y dragones) se terminarían unos 221.
En la cantidad de pozos no realizados hay también una cadena de servicios que dejan de contratarse y, por lo tanto, un gran número de mano de obra que dejará de ocuparse. Un reflejo de la gravedad de esto es el anuncio de San Antonio International, ex Pride, de bajar 14 equipos de perforación que tenía afectados a la provincia de Santa Cruz.

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