La perforación en 2016 fue la más baja desde 2008, pero no cayó tanto como en la crisis del 99

Por Raúl Figueroa) El 2016 fue uno de los años más bajos en perforación de pozos en la cuenca San Jorge, con una caída general superior al 30% en relación al año anterior, por lo que las curvas de producción podrían tener en 2017 una reducción más pronunciada en relación a la del año anterior, que se ubicó en alrededor del 5%. Con 405 pozos terminados entre enero y noviembre, pudiéndose estimar en menos de 450 al totalizar el año, considerando un promedio mensual de 40 perforaciones, la marca es la más baja desde el año 2008, según el análisis efectuado por el contador César Herrera, en base a datos del Ministerio de Energía de la Nación.

El trabajo del investigador local, como integrante del Observatorio de Economía Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad Nacional de la Patagonia, permite observar que la crisis internacional del precio que caracterizó al año 2016 tuvo un efecto menos negativo, en cuanto al nivel de perforación, que en el año 1999, cuando el número de pozos terminados cayó a menos de 200 unidades. En 1998, cuando empezó la debacle del precio (el barril de esta región llegó a liquidarse en 9 dólares), el nivel de perforación fue similar al de 2016, ubicándose en alrededor de 450 pozos.

Herrera también considera que las bajas de perforación obedecieron en otro ciclo a “causas internas”, como la época de renegociación del contrato de PAE, con niveles de perforación similares al del año pasado: en torno a los 400 pozos (sumando todos los pozos del total de compañías en la cuenca), entre los años 2006 y 2007, cayendo a algo más de 300 en 2008 (cuando también se produjo una abrupta baja del precio internacional del crudo luego de alcanzar el pico de 150 dólares por barril y retroceder hasta 30 a fines de ese año), para elevarse nuevamente desde 2009, superando desde entonces las 600 perforaciones por año.

Cuánto perforaron las más grandes

Al observar el comportamiento de las principales operadoras, Herrera concluye que YPF y PAE tuvieron comportamientos disímiles entre sí, pero también diferentes en relación a lo que muestra su propio promedio de perforación anual. Los datos, aun cuando falta añadir el número de pozos realizado en diciembre, permiten inferir las siguientes conclusiones:

En el caso de YPF, con los datos disponibles hasta noviembre el investigador registra una caída de perforación de 38% en su nivel de perforación, comparando 2016 contra el año 2015 (208 pozos contra 338). Si se compara contra el promedio de pozos realizados desde el año 2011 en adelante, ubicado en 307,8 pozos por año, la reducción de esta compañía es del 32%.

Al observar la evolución de pozos realizados por PAE, el investigador consigna que la caída interanual es mayor, ubicándose en el 42% de disminución (131 pozos en 2016, contra 224 en 2015), pero el descenso es más atenuado si se considera el promedio de perforaciones desde 2011, con 171,4), frente a lo cual la baja es de 24%.

Cómo impactará en la producción y regalías

Tal como informó ADNSur días atrás, la caída general de la extracción de petróleo en la cuenca tuvo impactos más significativos al observar el modo en que bajaron las regalías, ya que mientras la producción cayó alrededor del 5% en la cuenca, tanto Chubut como Santa Cruz registraron ingresos por regalías 17% inferiores a los de 2015 (comparando los períodos enero-octubre).  En ese marco, las incógnitas a despejar en el año que comienza son: de qué modo impactará la caída de perforación del año pasado, en las curvas de producción de este año, si es que se mantiene la tendencia a la baja en la perforación de nuevos pozos (principal forma de sostener las curvas productivas). Junto con ello, hasta qué punto los ingresos por regalías podrán recuperarse, según la incidencia que adquiera el mejoramiento del precio internacional, pero contrarrestado por un nivel de extracción que por ahora no arroja indicadores de mejoría.

La perforación en 2016 fue la más baja desde 2008, pero no cayó tanto como en la crisis del 99

 

El 2016 fue uno de los años más bajos en perforación de pozos en la cuenca San Jorge, con una caída general superior al 30% en relación al año anterior, por lo que las curvas de producción podrían tener en 2017 una reducción más pronunciada en relación a la del año anterior, que se ubicó en alrededor del 5%. Con 405 pozos terminados entre enero y noviembre, pudiéndose estimar en menos de 450 al totalizar el año, considerando un promedio mensual de 40 perforaciones, la marca es la más baja desde el año 2008, según el análisis efectuado por el contador César Herrera, en base a datos del Ministerio de Energía de la Nación.

El trabajo del investigador local, como integrante del Observatorio de Economía Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad Nacional de la Patagonia, permite observar que la crisis internacional del precio que caracterizó al año 2016 tuvo un efecto menos negativo, en cuanto al nivel de perforación, que en el año 1999, cuando el número de pozos terminados cayó a menos de 200 unidades. En 1998, cuando empezó la debacle del precio (el barril de esta región llegó a liquidarse en 9 dólares), el nivel de perforación fue similar al de 2016, ubicándose en alrededor de 450 pozos.

Herrera también considera que las bajas de perforación obedecieron en otro ciclo a “causas internas”, como la época de renegociación del contrato de PAE, con niveles de perforación similares al del año pasado: en torno a los 400 pozos (sumando todos los pozos del total de compañías en la cuenca), entre los años 2006 y 2007, cayendo a algo más de 300 en 2008 (cuando también se produjo una abrupta baja del precio internacional del crudo luego de alcanzar el pico de 150 dólares por barril y retroceder hasta 30 a fines de ese año), para elevarse nuevamente desde 2009, superando desde entonces las 600 perforaciones por año.

Cuánto perforaron las más grandes

Al observar el comportamiento de las principales operadoras, Herrera concluye que YPF y PAE tuvieron comportamientos disímiles entre sí, pero también diferentes en relación a lo que muestra su propio promedio de perforación anual. Los datos, aun cuando falta añadir el número de pozos realizado en diciembre, permiten inferir las siguientes conclusiones:

En el caso de YPF, con los datos disponibles hasta noviembre el investigador registra una caída de perforación de 38% en su nivel de perforación, comparando 2016 contra el año 2015 (208 pozos contra 338). Si se compara contra el promedio de pozos realizados desde el año 2011 en adelante, ubicado en 307,8 pozos por año, la reducción de esta compañía es del 32%.

Al observar la evolución de pozos realizados por PAE, el investigador consigna que la caída interanual es mayor, ubicándose en el 42% de disminución (131 pozos en 2016, contra 224 en 2015), pero el descenso es más atenuado si se considera el promedio de perforaciones desde 2011, con 171,4), frente a lo cual la baja es de 24%.

Cómo impactará en la producción y regalías

Tal como informó ADNSur días atrás, la caída general de la extracción de petróleo en la cuenca tuvo impactos más significativos al observar el modo en que bajaron las regalías, ya que mientras la producción cayó alrededor del 5% en la cuenca, tanto Chubut como Santa Cruz registraron ingresos por regalías 17% inferiores a los de 2015 (comparando los períodos enero-octubre).  En ese marco, las incógnitas a despejar en el año que comienza son: de qué modo impactará la caída de perforación del año pasado, en las curvas de producción de este año, si es que se mantiene la tendencia a la baja en la perforación de nuevos pozos (principal forma de sostener las curvas productivas). Junto con ello, hasta qué punto los ingresos por regalías podrán recuperarse, según la incidencia que adquiera el mejoramiento del precio internacional, pero contrarrestado por un nivel de extracción que por ahora no arroja indicadores de mejoría.

La perforación en 2016 fue la más baja desde 2008, pero no cayó tanto como en la crisis del 99

 

El 2016 fue uno de los años más bajos en perforación de pozos en la cuenca San Jorge, con una caída general superior al 30% en relación al año anterior, por lo que las curvas de producción podrían tener en 2017 una reducción más pronunciada en relación a la del año anterior, que se ubicó en alrededor del 5%. Con 405 pozos terminados entre enero y noviembre, pudiéndose estimar en menos de 450 al totalizar el año, considerando un promedio mensual de 40 perforaciones, la marca es la más baja desde el año 2008, según el análisis efectuado por el contador César Herrera, en base a datos del Ministerio de Energía de la Nación.

El trabajo del investigador local, como integrante del Observatorio de Economía Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad Nacional de la Patagonia, permite observar que la crisis internacional del precio que caracterizó al año 2016 tuvo un efecto menos negativo, en cuanto al nivel de perforación, que en el año 1999, cuando el número de pozos terminados cayó a menos de 200 unidades. En 1998, cuando empezó la debacle del precio (el barril de esta región llegó a liquidarse en 9 dólares), el nivel de perforación fue similar al de 2016, ubicándose en alrededor de 450 pozos.

Herrera también considera que las bajas de perforación obedecieron en otro ciclo a “causas internas”, como la época de renegociación del contrato de PAE, con niveles de perforación similares al del año pasado: en torno a los 400 pozos (sumando todos los pozos del total de compañías en la cuenca), entre los años 2006 y 2007, cayendo a algo más de 300 en 2008 (cuando también se produjo una abrupta baja del precio internacional del crudo luego de alcanzar el pico de 150 dólares por barril y retroceder hasta 30 a fines de ese año), para elevarse nuevamente desde 2009, superando desde entonces las 600 perforaciones por año.

Cuánto perforaron las más grandes

Al observar el comportamiento de las principales operadoras, Herrera concluye que YPF y PAE tuvieron comportamientos disímiles entre sí, pero también diferentes en relación a lo que muestra su propio promedio de perforación anual. Los datos, aun cuando falta añadir el número de pozos realizado en diciembre, permiten inferir las siguientes conclusiones:

En el caso de YPF, con los datos disponibles hasta noviembre el investigador registra una caída de perforación de 38% en su nivel de perforación, comparando 2016 contra el año 2015 (208 pozos contra 338). Si se compara contra el promedio de pozos realizados desde el año 2011 en adelante, ubicado en 307,8 pozos por año, la reducción de esta compañía es del 32%.

Al observar la evolución de pozos realizados por PAE, el investigador consigna que la caída interanual es mayor, ubicándose en el 42% de disminución (131 pozos en 2016, contra 224 en 2015), pero el descenso es más atenuado si se considera el promedio de perforaciones desde 2011, con 171,4), frente a lo cual la baja es de 24%.

Cómo impactará en la producción y regalías

Tal como informó ADNSur días atrás, la caída general de la extracción de petróleo en la cuenca tuvo impactos más significativos al observar el modo en que bajaron las regalías, ya que mientras la producción cayó alrededor del 5% en la cuenca, tanto Chubut como Santa Cruz registraron ingresos por regalías 17% inferiores a los de 2015 (comparando los períodos enero-octubre).  En ese marco, las incógnitas a despejar en el año que comienza son: de qué modo impactará la caída de perforación del año pasado, en las curvas de producción de este año, si es que se mantiene la tendencia a la baja en la perforación de nuevos pozos (principal forma de sostener las curvas productivas). Junto con ello, hasta qué punto los ingresos por regalías podrán recuperarse, según la incidencia que adquiera el mejoramiento del precio internacional, pero contrarrestado por un nivel de extracción que por ahora no arroja indicadores de mejoría.

La perforación en 2016 fue la más baja desde 2008, pero no cayó tanto como en la crisis del 99

 

El 2016 fue uno de los años más bajos en perforación de pozos en la cuenca San Jorge, con una caída general superior al 30% en relación al año anterior, por lo que las curvas de producción podrían tener en 2017 una reducción más pronunciada en relación a la del año anterior, que se ubicó en alrededor del 5%. Con 405 pozos terminados entre enero y noviembre, pudiéndose estimar en menos de 450 al totalizar el año, considerando un promedio mensual de 40 perforaciones, la marca es la más baja desde el año 2008, según el análisis efectuado por el contador César Herrera, en base a datos del Ministerio de Energía de la Nación.

El trabajo del investigador local, como integrante del Observatorio de Economía Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad Nacional de la Patagonia, permite observar que la crisis internacional del precio que caracterizó al año 2016 tuvo un efecto menos negativo, en cuanto al nivel de perforación, que en el año 1999, cuando el número de pozos terminados cayó a menos de 200 unidades. En 1998, cuando empezó la debacle del precio (el barril de esta región llegó a liquidarse en 9 dólares), el nivel de perforación fue similar al de 2016, ubicándose en alrededor de 450 pozos.

Herrera también considera que las bajas de perforación obedecieron en otro ciclo a “causas internas”, como la época de renegociación del contrato de PAE, con niveles de perforación similares al del año pasado: en torno a los 400 pozos (sumando todos los pozos del total de compañías en la cuenca), entre los años 2006 y 2007, cayendo a algo más de 300 en 2008 (cuando también se produjo una abrupta baja del precio internacional del crudo luego de alcanzar el pico de 150 dólares por barril y retroceder hasta 30 a fines de ese año), para elevarse nuevamente desde 2009, superando desde entonces las 600 perforaciones por año.

Cuánto perforaron las más grandes

Al observar el comportamiento de las principales operadoras, Herrera concluye que YPF y PAE tuvieron comportamientos disímiles entre sí, pero también diferentes en relación a lo que muestra su propio promedio de perforación anual. Los datos, aun cuando falta añadir el número de pozos realizado en diciembre, permiten inferir las siguientes conclusiones:

En el caso de YPF, con los datos disponibles hasta noviembre el investigador registra una caída de perforación de 38% en su nivel de perforación, comparando 2016 contra el año 2015 (208 pozos contra 338). Si se compara contra el promedio de pozos realizados desde el año 2011 en adelante, ubicado en 307,8 pozos por año, la reducción de esta compañía es del 32%.

Al observar la evolución de pozos realizados por PAE, el investigador consigna que la caída interanual es mayor, ubicándose en el 42% de disminución (131 pozos en 2016, contra 224 en 2015), pero el descenso es más atenuado si se considera el promedio de perforaciones desde 2011, con 171,4), frente a lo cual la baja es de 24%.

Cómo impactará en la producción y regalías

Tal como informó ADNSur días atrás, la caída general de la extracción de petróleo en la cuenca tuvo impactos más significativos al observar el modo en que bajaron las regalías, ya que mientras la producción cayó alrededor del 5% en la cuenca, tanto Chubut como Santa Cruz registraron ingresos por regalías 17% inferiores a los de 2015 (comparando los períodos enero-octubre).  En ese marco, las incógnitas a despejar en el año que comienza son: de qué modo impactará la caída de perforación del año pasado, en las curvas de producción de este año, si es que se mantiene la tendencia a la baja en la perforación de nuevos pozos (principal forma de sostener las curvas productivas). Junto con ello, hasta qué punto los ingresos por regalías podrán recuperarse, según la incidencia que adquiera el mejoramiento del precio internacional, pero contrarrestado por un nivel de extracción que por ahora no arroja indicadores de mejoría.

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