Los vaivenes del barril

Por Raúl Figueroa) El movimiento del barril de crudo, durante las últimas semanas, ha dejado al descubierto el delicado equilibrio en el que se encuentra el esquema de subsidios al petróleo de exportación, además de la volatilidad de los acuerdos firmados para, supuestamente, garantizar algún grado de reactivación de equipos de perforación. Lo paradójico es que una suba del precio internacional hasta el nivel de 50 dólares podría dejar a la región en peores condiciones que con un precio a 45 ó 47, por lo que ese remedio –a no ser que el precio llegue hasta los 55 dólares- podría ser peor que la enfermedad.

Tal como ha informado Desarrollo, el texto de la Resolución 23 del Ministerio de Energía de la Nación, firmada el 9 de marzo de este año, establece el aporte del Estado nacional para cada barril de petróleo exportado, fijando dicho aporte en 7,50 dólares por unidad.

Sin embargo, el mismo texto establece que si la cotización supera los 47,50 dólares, durante dos días previos y dos posteriores al del embarque, el beneficio desaparece. Vale recordar que la norma toma como referencia al petróleo tipo Brent y no al WTI. La diferencia es importante porque el primero, usado como referencia en los mercados europeos, tiene una cotización un poco más alta que el segundo. Así, si al cierre de este informe el WTI cotizaba en la banda de los 43,65 dólares, el tipo Brent lo hacía en el orden de los 46,75.

Hay que prestar atención a la evolución de estos días. La semana pasada el Brent llegó a cotizar por encima de los 47 dólares, en línea con los vaticinios que sostienen que el barril podría ubicarse y estabilizarse en los 50 dólares. Si esas previsiones se cumplieran –aunque en petróleo los pronósticos nunca son seguros, conviene plantear la hipótesis para evaluar los posibles escenarios- desaparecería el subsidio establecido por Nación y que debe ser complementado por Provincia, con otros 2,50 dólares por barril.

Vale recordar que sobre ese precio, se aplica un descuento de penalización por calidad, de alrededor de 8 dólares. A ello se descuentan luego las regalías habituales, las regalías adicionales y los ingresos brutos. Si se toma un valor de 47 dólares, el precio final del barril quedaría en alrededor de 32 dólares. En ese caso, se aplica el subsidio de 10 dólares, por lo que el precio sube a 42, a lo que se suman otros 3,60 de reembolsos a la exportación por puertos patagónicos, ubicándose así en cerca de los 46 dólares.

Ahora bien, si se parte desde un precio de 50 dólares, la cuenta final –descontando los 8 dólares de penalización, restando regalías habituales y las adicionales, además de ingresos brutos- puede quedar  en 34 ó 35 dólares. En este caso, sólo se podría sumar el reembolso por puerto patagónico, por lo que precio final queda en menos de 40 dólares.

Así, a Chubut –que exporta entre el 20 y 30% de su producción- le convendría más que el precio se quede estable en 47 (que sería el máximo posible antes de perder el subsidio) y no en 50; o bien, que la cotización internacional crezca hasta 55 dólares (algo bastante improbable en el corto plazo, según la mirada de los analistas internacionales), porque así tendría el mismo valor que obtiene el crudo Escalante en el mercado interno.

Vale pensar entonces: si con el subsidio vigente, concretando algunos embarques de crudo que parecen más una salida a la saturación del mercado interno que la recuperación de la normalidad en el negocio petrolero, la actividad tiene graves problemas para volver a perforar (entre otros motivos, porque en el mundo sobra petróleo y el país está saturado en su capacidad de refinación), cuánto más difícil sería sostener el precario equilibrio en el que, por ahora, los eufemismos maquillan la realidad: las “desvinculaciones” son “acordadas”; y los despidos se dan “por goteo”.

Claves

-A los 47,50 dólares de cotización del petróleo Brent, el subsidio acordado por Nación desaparece.

-A Chubut le conviene más un petróleo a 47 dólares, que un precio de 50 dólares.

-600 son las desvinculaciones acordadas que registra la Secretaría de Trabajo en los últimos meses.

-La provincia se presentó en la licitación de CAMMESA, para ofrecer petróleo Escalante como insumo para su conversión en fuel oil.

 

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