Una crisis que llegó para quedarse

Por Raúl Figueroa) Mientras persista el exceso de oferta de petróleo en el mundo, estimado por especialistas en alrededor de 2 millones de barriles por día, el problema del precio del petróleo no tendrá posibilidad de recuperarse. Salvo que se produjera una abrupta interrupción en la oferta de los principales países productores, la situación estará lejos de encauzarse.

Argentina es un país marginal entre los productores de petróleo, representando menos del 1% de la producción total. En ese contexto, la región del golfo San Jorge asiste expectante a las definiciones políticas que adoptará en los próximos meses el gobierno nacional.

Con la perspectiva de un acuerdo temporal que vencerá a mitad de año, muchos actores del sector hidrocarburífero de la cuenca creen que en el segundo semestre las decisiones políticas a adoptar por el gobierno de Macri apuntarán a alinear el mercado interno con el internacional. Es decir, siguiendo la ortodoxia de la visión económica liberal, podría optar por incrementar las compras de petróleo o combustibles importados, si es que los precios de ese producto externo siguen siendo más bajos que el costo de producirlos en el país.

Un indicador de que el problema parece más centrado en los costos que en los precios es lo que ocurre en la provincia de Neuquén. Aun con un precio de barril interno a 68 dólares y siendo la principal cuenca gasífera del país (es decir, produce un fluido cuyos precios no se han visto afectados por la crisis y en el plano nacional tenderán a elevarse a partir de la quita de subsidios y eliminación del congelamiento tarifario), hay un procedimiento de crisis en marcha y continúa el plan de suspensiones rotativas de 2.000 operarios, con advertencias por parte del sindicalista Guillermo Pereyra de que ese número podría transformarse en cesantías. Dicho planteo fue formulado por el dirigente y senador (hoy) “anti kirchnerista” al reflotar sus críticas hacia la conducción de Miguel Galuccio en YPF, tras el anuncio de esta operadora de que recortará sus inversiones un 25% en el corriente año.

En efecto, al margen de los posicionamientos políticos, no hay dudas de que la decisión de YPF, motivada en una reducción de sus ganancias durante el año 2015, tendrá consecuencias en la actividad que desarrolla fuertemente en Neuquén. En orden de importancia, esos impactos podrían sentirse en la provincia de Santa Cruz y, en menor medida (por la menor productividad de las áreas que tiene aquí la operadora) en la provincia de Chubut.

Lo anterior no significa un alivio para la cuenca San Jorge. En efecto, si un precio sostén de 68 dólares para el crudo de mayor calidad del país no alcanzan para sortear la crisis, los cinturones deberían ajustarse ante el inevitable impacto que significa un precio sostenido en 54,90 dólares para un crudo de menor calidad y menos demandado en el merado interno, lo que provoca que entre 2 y 3 de cada 10 barriles deban ser vendidos al mercado internacional, a un precio que oscila los 40 dólares por barril, sumando el “subsidio” al crudo de exportación.

 

 

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *