Casi 30 por ciento de los hogares del país no tiene redes domiciliarias

Según un informe de la consultora Equis, casi el 30 por ciento de los hogares del país no tiene acceso a las redes de gas natural. La mayor población que carece de ese elemental servicio se concentra en algunas de las provincias más pobres del país, ubicadas en la región del Noreste argentino. Un 85 por ciento de ese total depende del servicio de gas en garrafas, de las que hoy escasean y cuyos precios resultan hasta cinco veces más altos que los del gas natural.

De acuerdo con ese mismo trabajo, citado por el diario La Opinión de Rafaela, la región patagónica es la que menos sufre por esta carencia, con sólo 2,2 por ciento de los hogares sin acceso a la distribución domiciliaria.

La contracara se da en el NEA (integrada por las provincias de Corrientes, Misiones, Chaco y Formosa), donde el 99,7 por ciento de los hogares carece del servicio. En el NOA (Santiago del Estero, Tucumán, Catamarca, Salta y Jujuy) las carencias alcanzan al 41,2 por ciento de los hogares. La región Centro (Buenos Aires, Santa Fe, Entre Ríos y Córdoba), tiene un 28,7 por ciento de hogares sin el servicio. Le sigue la región de Cuyo (Mendoza, San Luis, San Juan y La Rioja), con un 19,4 por ciento. 

Las provincias patagónicas, en cuyos suelos se concentran las mayores riquezas hidrocarburíferas del país, resultan así las de mayor abastecimiento del fluido a través de redes domiciliarias, si bien el 2,2 por ciento de los hogares que quedan fuera del servicio sufren condiciones climáticas más duras que las del resto del país.

Más allá de la distribución regional, el problema atraviesa a todo el país: el 36,1 por ciento de la población –es decir, unos 14,5 millones de personas- carece de gas natural. Según reconoce la consultora Equis, «tanto en su distribución espacial como social, la carencia de infraestructura básica que supone la ausencia de provisión de gas natural en el hogar es una problemática específica y muy intensa en las regiones y hogares más vulnerables del país».

Gas más caro para familias más pobres

Quienes compran el gas en garrafa –con todas las dificultades y limitaciones que ello supone- lo hacen también a un precio proporcionalmente mayor que el que se abona por el servicio distribuido a través de redes. En efecto, el costo puede ser hasta cinco veces mayor, según un didáctico informe recientemente difundido por la Municipalidad de Luján de Cuyo. El gobierno de esa ciudad mendocina debió salir a formular dicha aclaración ante la errónea actitud de usuarios que, teniendo gas en sus domicilios, salieron a comprar garrafas por creer que así tendrían un ahorro (con lo cual se incrementó también la escasez del producto para las familias más necesitadas).

De acuerdo con ese informe, la garrafa de Gas Licuado de Petróleo (GLP) –de 10 kilogramos- tiene un valor de 16 pesos, o sea $1,60 el kilo. El gas natural (GN) por distribución domiciliario tiene un piso de $0,14 el metro cúbico en la categoría más baja, la intermedia de $0,19 por metro cúbico y así sucesivamente según la categoría por consumo, sin impuestos. Una garrafa de 10 kilogramos de GLP (compuesto mayormente por butano y propano) contiene alrededor de 13 metros cúbicos de Gas Natural (conformado principalmente por metano).

Los 13 metros cúbicos de gas natural –según el informe gubernamental- tienen un valor de sólo 3 pesos más impuestos, mientras que la garrafa de 10 kilogramos asciende a 16 pesos si es que los usuarios logran comprarla al valor fijado y subsidiado por el gobierno nacional (en algunos puntos del país, por la gran demanda provocada por la ola de frío y la carencia de garrafas de 10 kilos, los precios superan ampliamente ese valor).

Vale decir que quienes deben utilizar garrafas pagan cinco veces más que quienes tienen el servicio de redes domiciliarias.